El contexto del libro del éxodo
es muy conocido, Dios llama a Moisés para sacar a su pueblo de la esclavitud en
la que están en Egipto, Moisés pone trabas a ese llamado pero Dios en su
paciencia, responde y ayuda a Moisés en su incredulidad, además le permite
hacer señales que pudieran comprobar el poder de Dios sobre la vida de Moisés y
Aarón. La vara de Aarón se convierte en culebra, los ríos en sangre y las ranas
llenan todo el territorio, sin embargo algo ocurre después de estas señales que
Dios da
Éxodo 8:7 Y los hechiceros
hicieron lo mismo con sus encantamientos, e hicieron venir ranas sobre la
tierra de Egipto.
Faraón llama a sus hechiceros y
estos hacen lo mismo con un poder distinto (diablo), Faraón endurece su corazón
y no deja ir al pueblo de Israel.
Algunas cosas puntuales voy
recordando a medida que leo este libro:
1. El
diablo tiene en esclavitud a las personas, con duras tareas, con el pecado, los
tiene atados a su antojo. Es muy triste pero aun cristianos salvos por la
gracia de Dios volviendo atrás son engañados y arrastrados por el error del
maligno.
2. Dios
nos ha dado la misión rescate, la de sacar a la gente para que adoren a Dios.
3. Dios
nos da su palabra, que es poderosa, profética, que penetra hasta partir el alma
y el espíritu, discierne los pensamientos y las intenciones del corazón, nos da
el evangelio que es poder de Dios para salvación, además tenemos el milagro de
conversión en nuestras vidas para mostrar.
4. El
mundo quiere falsificar lo que Dios hace, tratando de imitar una falsa paz, buscando
que la gente llene sus vacíos con cosas que son temporales y con religiones que
no son más que mandamientos de hombres.
5. Cuando
las aguas se convirtieron en sangre en el libro del éxodo, lo que la gente hace
es abrir la tierra y hacer nuevos pozos, esto es una muestra de la gente de
hoy, aun en medio de lo que vivimos la gente no se arrepiente, sino que busca
con sus propias fuerzas arreglar las cosas, la tendencia de ser autosuficiente,
dejando atrás a Dios quien puede y quiere ayudar a aquellos humildes que se
arrepienten de corazón.
Entonces ¿Que debe hacer el
cristiano hoy? Según vemos en Moisés y Aarón, la respuesta es seguir adelante,
no temer, seguir haciendo lo que Dios ordena, recordando que Dios está al
control.