2 corintios 1:3-5 - "1:3 Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre de misericordias y Dios de toda consolación, 1:4 el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos también nosotros consolar a los que están en cualquier tribulación, por medio de la consolación con que nosotros somos consolados por Dios. 1:5 Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo, así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación."
1. Tenemos de nuestro lado el padre de misericordias y Dios de toda consolación. Una razón más para levantarnos cada mañana confiando en su protección, perdón y ánimo para servirle a pesar de nuestras fallas.
2. Tenemos la tarea de ser buenos instrumentos que consuelen. El versículo 4 nos anima a ser consoladores de otros. Que seamos Porristas espirituales que entienden que no es en nuestras fuerzas, que es por medio de la consolación con la cual fuimos consolados, conociendo la biblia y al Dios de la biblia para presentárselo a nuestros hermanos en la fe y a la gente en el mundo.
3. Cuando abunda la aflicción, abunda la consolación. Si estamos pasando por un momento de prueba en nuestras vidas, reclamemos esta promesa de Dios. Que abunde la consolación. Sabemos que con EL la victoria está asegurada; confiemos en su mano para levantarnos, en su palabra dándonos aliento y en su poder protector y renovador.
El nos llena de fuerzas cada día.
Buen Día,
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