jueves, 14 de marzo de 2013

LA INSENSATEZ DE CONFIAR EN LAS RIQUEZAS

Me impactaba este salmo cuando pasaba por él. ¿Son malas las riquezas en sí mismas? Por supuesto que no. ¿Estamos los creyentes destinados a la falta de las mismas? De ninguna manera. Dios es quien nos da todas las cosas abundantemente para que las disfrutemos y aún para que seamos canal de bendición a otros. El problema viene cuando nuestro corazón es llevado a confiar en las riquezas antes que en nuestro Dios, quién es el dador de las mismas.

Sea cual sea tu condición económica en este día, analiza muy bien este salmo. Algunas enseñanzas claves que brotan del texto en el Salmo 49:

1. No hay riqueza alguna que pueda redimir el alma del hombre. – “6 Los que confían en sus bienes, Y de la muchedumbre de sus riquezas se jactan, 7 Ninguno de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano, Ni dar a Dios su rescate 8 (Porque la redención de su vida es de gran precio, Y no se logrará jamás)”. Solo la sangre del cordero; Jesús el Hijo de Dios, puede saldar ese gran precio.

2. No hay riqueza terrenal que pueda comprar la riqueza celestial. – “10 Pues verá que aun los sabios mueren; Que perecen del mismo modo que el insensato y el necio, Y dejan a otros sus riquezas. 11 Su íntimo pensamiento es que sus casas serán eternas, Y sus habitaciones para generación y generación; Dan sus nombres a sus tierras. 12 Mas el hombre no permanecerá en honra; Es semejante a las bestias que perecen.”. Piensan que sus casas serán eternas y no entienden que son semejantes (ellos y sus riquezas) a las bestias que perecen.

3. No hay riqueza que sirva de consuelo una vez partamos de este mundo terrenal. – “13 Este su camino es locura; Con todo, sus descendientes se complacen en el dicho de ellos. Selah 14 Como a rebaños que son conducidos al Seol, La muerte los pastoreará, Y los rectos se enseñorearán de ellos por la mañana; Se consumirá su buen parecer, y el Seol será su morada.” – ¿De qué le sirve al hombre si ganare a todo el mundo pero perdiere su alma? Las riquezas sin el Señor en nuestras vidas no sirven de nada. Finalmente si no eres salvo, tu destino final ya está establecido.

4. No hay riqueza que pueda cambiar nuestro destino, el cual está establecido por lo que hayamos hecho con Jesucristo, el Hijo de Dios mientras estemos en esta vida. – “16 No temas cuando se enriquece alguno, Cuando aumenta la gloria de su casa; 17 Porque cuando muera no llevará nada, Ni descenderá tras él su gloria. 18 Aunque mientras viva, llame dichosa a su alma, Y sea loado cuando prospere, 19 Entrará en la generación de sus padres, Y nunca más verá la luz.” – Que pasaje tan fuerte y claro. Si eres de los que admiras y elogias a aquellos que están en posición de eminencia (sin el Señor en sus vidas), piensa muy bien en la verdadera condición de estas personas. No es algo para nada deseable… Y nunca más verá la luz.

5. Finalmente: 20 El hombre que está en honra y no entiende, Semejante es a las bestias que perecen.

¿Cuál es tu posición frente a las riquezas? Medita en cada vs. del capítulo y pídele al Señor (el Dueño de TODAS las cosas) que te guarde del engaño de las mismas.

Nos vemos mañana,

No hay comentarios: