Colosenses
2:1 Porque quiero que sepáis cuán gran lucha sostengo por vosotros, y por los que
están en Laodicea, y por todos los que nunca han visto mi rostro;
Es una realidad que muchos cristianos
pasan por alto, estamos en medio de una batalla, una gran lucha que como lo
dice Efesios 6:12 no es contra carne
y sangre es una lucha espiritual contra el diablo y sus demonios.
El apóstol Pablo sí que entendía esta
batalla y por esa razón nos anima a estar vestidos con la armadura de Dios Efesios 6:13-18, pero algo interesante
que nos muestra el texto arriba mencionado, es que esa lucha es por las almas
de los hombres…..
Es por eso que el apóstol Pablo en sus palabras inspiradas
por Dios explica que la lucha es por
vosotros (Colosenses), por los de
Laodicea y por los que nunca han
visto su rostro (gente de otras regiones a las que Pablo no había viajado),
tomando una aplicación devocional para estos 3 tipos de personas podemos ver la
lucha que sostenemos nosotros como cristianos, pastores y maestros de la obra
del Señor.
Una batalla que libramos por
los creyentes (vosotros) para que no seamos engañados por el enemigo que busca
extraviarnos de la verdad, haciendo que como creyentes pensemos mal, nos
apartemos de Dios, nos embarremos en el pecado y acabemos con la carrera que
Dios nos dio 2 Corintios 11:3.
Otro de los campos de batalla que
describe Pablo es por los de Laodicea, una iglesia que proféticamente podemos
aprender que es la iglesia de estos últimos tiempos, que como lo enseña Apocalipsis 3:14-22, es una iglesia que
solo piensa en el dinero, se creen estar bien por ser ricos, pero son
miserables, es además una iglesia ciega, sin dirección espiritual, una iglesia
tibia, una iglesia inmoral que reclama sus derechos y que ha dejado a Jesús por
fuera para hacer lo que les plazca.
El tercer campo de batalla que
encontramos es por los que nunca han visto el rostro de Pablo que
devocionalmente podemos aplicar a aquellos que no conocen de Cristo, no han
visto el rostro de Jesús a través de las páginas de la biblia y su sangre
derramada en la cruz. Es por esta razón que están alejados de Dios y cautivos a voluntad del diablo. Es a ellos a
los que Dios nos manda a evangelizar para que escapen del lazo del diablo en el
que están cautivos haciendo su voluntad. 2
Timoteo 2:24-26.
Te animo a que pelees la buena
batalla por las almas y que tengas cuidado con el enemigo que como león rugiente
está buscando a quien devorar.
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