Pasando por el
libro de Jeremías, encuentro este lindo pasaje en donde veo nuevamente la
grandeza y el AMOR de Dios, siempre dispuesto a perdonarnos y a encaminar
nuestros pasos.
10Porque así dijo Jehová:
Cuando en Babilonia se cumplan los setenta años, yo os visitaré, y despertaré sobre vosotros mi buena
palabra, para haceros volver a este lugar.11Porque yo sé los
pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y
no de mal, para daros el fin que esperáis. 12Entonces me invocaréis,
y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré; 13y me buscaréis y me
hallaréis, porque me buscaréis de todo vuestro corazón. 14Y seré hallado por vosotros,
dice Jehová, y haré volver vuestra cautividad, y os reuniré de todas las
naciones y de todos los lugares adonde os arrojé, dice Jehová; y os haré volver
al lugar de donde os hice llevar. - Jeremías 29:10-14
Entendiendo que
es una profecía para la nación de
Israel, la cual, como todas, se cumplió al pie de la letra, es un pasaje en el
cual hay mucha aplicación personal para nosotros. Es un pasaje que nos invita a
reflexionar que a veces pensamos que tenemos a nuestro lado un Dios violento,
bravo, castigador, pero lo que ÉL mismo nos dice es todo lo contrario. Los
pensamientos que ÉL tiene acerca de nosotros son pensamientos de PAZ y no de
mal.
Él quiere darnos el
fin que esperamos. Dios quiere lo mejor para nosotros, Él pacientemente espera
a que lo escuchemos y le obedezcamos para que haya PAZ en nuestras vidas, para
que todo sea armonía y prosperidad. Dios no quiere ningún mal para sus hijos.
ÉL pacientemente espera a que nos arrepintamos, a que le INVOQUEMOS, a que nos
acerquemos a ÉL, que le OREMOS con un corazón puro y sincero, y está ahí, presto
a escuchar. Él quiere que nos pongamos en sus manos y que dejemos que sea Él el
verdadero ALFARERO de nuestras vidas.
Si le buscamos, los
hallaremos, pero ÉL mismo lo enfatiza, que esa búsqueda debe ser de TODO
nuestro corazón. Dios nos promete, al igual que a los judíos el librarnos de
nuestra esclavitud del pecado y del mundo para llevarnos a vivir eternamente en
Su Presencia.
Ese GRAN DIOS de
AMOR permite momentos de prueba y tribulación por nuestro pecado ya que el
pecado siempre traerá consecuencias, pero, ÉL gentilmente nos invita al
arrepentimiento y nos promete su perdón y restauración.
Este pasaje, para mí,
es una voz de consuelo en donde
nos muestra que Dios está dispuesto a CUIDARNOS y no a castigarnos y en donde
nos invita a buscarlo en oración con un corazón limpio. Es muy refrescante
saber que tenemos un Dios de AMOR y de MISERICORDIA y no un Dios castigador. Un
Dios que ha cumplido y cumplirá todas sus promesas, porque es DIOS.
Hoy me impacta ver que Dios solo espera que lo busquemos de todo nuestro
corazón para responder a nuestros clamores. Que Dios no nos va a abandonar,
siempre y cuando lo busquemos con un corazón sincero.
Y creo que la mejor forma de aplicar esta enseñanza es
cambiando mi imagen de Dios,
entendiendo que es un Dios amoroso que está presto a mis oraciones, por lo
tanto debo tener un corazón siempre limpio para tener la certeza de que al
invocarlo, Él me escucha. No debo ver a Dios como un Dios castigador, sino un Dios
amoroso que quiere lo mejor para sus hijos en todo el sentido de la palabra.
Isaías 1:18
- Venid
luego, dice Jehová, y estemos a cuenta:
si vuestros pecados fueren
como la grana, como la nieve serán emblanquecidos;
si fueren rojos como el
carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
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