En Deuteronomio 13:1-13
podemos encontrar lo siguiente: “Cuando se levantare en medio de ti profeta, o soñador de sueños, y te anunciare
señal o prodigios, y si se cumpliere la señal o prodigio que él te anunció,
diciendo: Vamos en pos de dioses ajenos, que no conociste, y sirvámosles; no darás oído a las palabras de tal
profeta, ni al tal soñador de sueños; porque Jehová vuestro Dios os está probando, para saber si amáis a Jehová
vuestro Dios con todo vuestro corazón, y con toda vuestra alma.”
Dios habló directamente
al pueblo de Israel advirtiendo la posibilidad de que en medio de ellos
surgieran hombres que con señales y prodigios quisieran desviarlos de la fe para
ir detrás de otros dioses y convertirse en sus siervos; posibilidad de
idolatría que puede estar latente hoy en la iglesia cristiana.
Su característica
El mismo Jesús nos advirtió
como es su forma de actuar en Mateo 7:15: “Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por
dentro son lobos rapaces.”
Son una amenaza real y prominente
En palabras del mismo
Jesucristo en Mateo 24:11: “Y muchos falsos profetas
se levantarán, y engañarán a muchos;”
Su poder de persuasión puede afectar a los salvos
En palabras del mismo
Jesucristo en Marcos 13:22, nuevamente el Señor es claro en afirmar los
alcances de su poder: “Porque se levantarán falsos
Cristos y falsos profetas, y harán
señales y prodigios, para engañar, si fuese posible, aun a los escogidos.”
Pruebas para el corazón y el alma
Dios permite que nuestro
corazón y nuestra alma sean sometidas a diversas pruebas como las correspondientes
a las señales y prodigios para corroborar si nuestro amor es fiel y verdadero,
teniendo claro que ese tipo de situaciones pueden ser de bendición como
establece Santiago 1:2-3: “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os
halléis en diversas pruebas, sabiendo que la prueba de vuestra fe produce
paciencia.”
Jóvenes, las señales y
los prodigios pueden constituirse en un arma de Satanás para desviar a los
creyentes de su verdadera fe, nuestra iglesia actual: la de Jesucristo se basa
en la fe y la confianza en la sagrada Palabra de Dios, recordemos I de
Corintios 1:22: “Porque los judíos
piden señales, y los griegos buscan sabiduría;”.
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