martes, 18 de marzo de 2014

NO MIRAR ATRÁS

Nuestro pasado sin Cristo por lo menos en mi caso no trajo cosas buenas, vivía en la ignorancia, en borracheras, de mi boca salían cantidad de groserías y otras cosas más y ahora en Cristo, en sus caminos he tenido que dejar todas estas cosas aún amistades que no me convenían porque me hacían daño y hacían que volviera atrás; ahora ¿porqué hablo de esto? Lo que pasó con la mujer de Lot en la destrucción de Sodoma y Gomorra me llevó a meditar en esto.

Génesis 19: 16-17 "Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su mujer y de la mano de sus dos hijas, según la misericordia de Jehová para con él; y lo sacaron y lo pusieron fuera de la ciudad.
Y cuando los hubieron llevado fuera, dijeron: Escapa por tu vida; no mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte no sea que perezcas." 

Si recordamos la escena los de Sodoma desde el mayor hasta el menor querían conocer a los varones de Dios, Lot no lo permitió y la cosa se puso aún peor ya lo tenían a él y a su familia y estos varones de Dios los sacaron según la misericordia de Jehová para con él y lo pusieron fuera de la ciudad, lo cual me recuerda la salvación de Dios, literalmente nos sacó de las garras del enemigo, de las llamas del infierno.

Hay un mandamiento claro "No mires tras ti" y llegamos al versículo 26: "Entonces la mujer de Lot miró atrás, a espaldas de él, y se volvió estatua de sal."

Que doloroso este final para la mujer de Lot y para un hijo de Dios que costo la sangre del cordero pero decidió mirar atrás, añorando su pasado de frustración, de pecado, con el corazón endurecido por volver a su vómito como dice el proverbio.

No hay uno que ha vuelto atrás y su estado actual es mejor ni lo habrá porque separados de Dios la vida no tiene ningún sentido y Jesús es quién nos da propósito para vivir, una esperanza inconmovible, una vida abundante en él; ¿Cómo pensar en volver atrás cuando en Jesús lo tenemos todo?

Filipenses 3: 13-14 "Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios  en Cristo Jesús."

El pasado es eso pasado Cristo ya lo borro, ya lo perdonó y debe que dar atrás, olvidarlo para extendernos a lo que está delante, proseguir a la meta teniendo la mirada puesta en Jesús, en el galardón, en las cosas de arriba y no en las de esta tierra.

Si has vuelto atrás vuelve ahora en amistad con Dios, es el momento de hacerlo, si no, ni lo contemples y seamos agradecidos con la salvación que Dios nos dio obedeciendo y atendiendo a su llamado.

Un abrazo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que buena exhortacion, de verdad MUCHAS GRACIAS :)

Anónimo dijo...

Muchas gracias :)