¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo! - Isaías 5:20.
Este pasaje hace parte del mensaje que recibiremos este domingo como iglesia si el Señor así lo permite. Como creyentes debemos ser honestos (delante de Dios y de los hombres) y llamar a las cosas por su nombre.
Vivimos en un mundo que se ha acostumbrado a llamar a lo bueno malo y a lo malo bueno. Un sistema que día a día trata de cambiar (a como de lugar y al precio que sea) nuestra manera de pensar. Una corriente que nos quiere llevar a ver las cosas de una manera (léase punto de vista) totalmente opuesta a como Dios las ve.
Te animamos a estar puntualmente el domingo con el corazón dispuesto a escuchar Su Palabra y a tomar resoluciones de lo profundo del corazón. Quizá en este momento de nuestra vida, nuestra mente y corazón están contaminados de la basura que este mundo nos trae día tras día por todos los medios posibles, y sea hora de tomar decisiones que tengan un impacto genuino en nuestra vida y en la vida de aquellos a nuestro alrededor.
Juan 8:11 - Ella (la mujer adultera) dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesus le dijo: Ni yo te condeno; vete y no peques más.
Nos vemos mañana,
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