Para
esta entrada vamos a revisar este versículo.
Ezequiel 20:39
“Y
a vosotros, oh casa de Israel, así ha dicho Jehová el Señor: Andad cada uno tras sus ídolos, y
servidles, si es que a mí no me obedecéis; pero no profanéis más mi santo
nombre con vuestras ofrendas y con vuestros ídolos.”
La
Biblia nos muestra al pueblo de Israel en desobediencia y rebeldía contra Dios
viviendo una religiosidad falsa hasta el punto de irrespetar en extremo el
nombre del Señor. Anduvieron sendas diferentes al camino divino y se extraviaron
por ellas, de igual forma sirvieron a dioses ajenos practicando ritos paganos,
y a la misma vez pretendieron cumplir con las formalidades de la ley de una
manera hipócrita.
No
todas las ofrendas son agradables a Dios.
Génesis
4:5
“…
pero no miró con agrado a Caín y a la
ofrenda suya. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.”
Isaías
66:3
“El
que sacrifica buey es como si matase a un hombre; el que sacrifica oveja, como si degollase un perro;
el que hace ofrenda, como si ofreciese
sangre de cerdo; el que quema
incienso, como si bendijese a un ídolo. Y porque escogieron sus propios caminos, y su alma amó sus abominaciones,”
Jeremías
6:20
“¿Para
qué a mí este incienso de Sabá, y la
buena caña olorosa de tierra lejana?
Vuestros holocaustos no son aceptables,
ni vuestros sacrificios me agradan.”
Saúl
no muestra un mal ejemplo de una ofrenda mal practicada.
I
de Samuel 13:9-12
“Entonces dijo Saúl: Traedme holocausto y
ofrendas de paz. Y ofreció el holocausto. Y cuando él acababa de ofrecer el
holocausto, he aquí Samuel que venía; y Saúl salió a recibirle, para saludarle.
Entonces Samuel dijo: ¿Qué has hecho? Y
Saúl respondió: Porque vi que el pueblo se me desertaba, y que tú no venías
dentro del plazo señalado, y que los filisteos estaban reunidos en Micmas, me
dije: Ahora descenderán los filisteos contra mí a Gilgal, y yo no he implorado
el favor de Jehová. Me esforcé, pues, y ofrecí holocausto.”
Las
ofrendas en pecado son aborrecidas por el Señor.
Proverbios 15:8
“El sacrificio de los impíos es abominación
a Jehová;
Mas
la oración de los rectos es su gozo.”
Isaías
1:10-14
“Príncipes de Sodoma, oíd la palabra de
Jehová; escuchad la ley de nuestro Dios, pueblo
de Gomorra. ¿Para qué me sirve, dice Jehová, la multitud de vuestros
sacrificios? Hastiado estoy de
holocaustos de carneros y de sebo de animales gordos; no quiero sangre de
bueyes, ni de ovejas, ni de machos cabríos. ¿Quién demanda esto de vuestras
manos, cuando venís a presentaros delante de mí para hollar mis atrios? No me traigáis más vana ofrenda; el
incienso me es abominación; luna nueva y día de reposo, el convocar asambleas,
no lo puedo sufrir; son iniquidad vuestras fiestas solemnes. Vuestras lunas
nuevas y vuestras fiestas solemnes las tiene aborrecidas mi alma; me son
gravosas; cansado estoy de soportarlas.”
Amos
5:21-22
“Aborrecí, abominé vuestras solemnidades,
y no me complaceré en vuestras asambleas. Y si me ofreciereis vuestros holocaustos y vuestras ofrendas,
no los recibiré, ni miraré a las ofrendas de paz de vuestros animales
engordados.”
La
calidad del nombre de Dios.
Nehemías
9:5
“Y
dijeron los levitas Jesúa, Cadmiel, Bani, Hasabnías, Serebías, Hodías, Sebanías
y Petaías: Levantaos, bendecid a Jehová vuestro Dios desde la eternidad hasta
la eternidad; y bendígase el nombre
tuyo, glorioso y alto sobre toda bendición y alabanza.”
Proverbios 18:10
“Torre fuerte es el nombre de Jehová;
A él correrá el justo, y
será levantado.”
El
nombre de la salvación.
Isaías
50:10
¿Quién
hay entre vosotros que teme a Jehová, y oye la voz de su siervo? El que anda en tinieblas y carece de luz,
confíe en el nombre de Jehová, y apóyese en su Dios.”
El
poder de ese nombre.
Malaquías 1:11
“Porque desde donde el sol nace hasta donde se pone, es grande mi nombre entre las naciones; y
en todo lugar se ofrece a mi nombre incienso y ofrenda limpia, porque grande es
mi nombre entre las naciones, dice Jehová de los ejércitos.”
Objeto
de su amor.
Ezequiel 20:44
“Y sabréis que yo soy Jehová, cuando haga con vosotros por amor de mi nombre, no según vuestros
caminos malos ni según vuestras perversas obras, oh casa de Israel, dice
Jehová el Señor.”
Jóvenes,
Dios tiene un nombre que debe ser exaltado. Él se lamenta de la actitud del
pueblo de Israel que puso su nombre por el piso en medio de las naciones. Hoy
la situación puede ser la misma, tengamos siempre una actitud de respeto y
reverencia a su título. Elevemos su nombre, desechemos cualquier forma de
idolatría y servicio a otros señores espirituales, obedezcámosle
incondicionalmente y ofrezcamos toda nuestra vida de una manera legítima,
sincera y autentica.
Aprovechamos
la ocasión para despedirnos del ministerio, fueron siete años maravillosos que vivimos
al lado de todos y cada uno de ustedes.
Saludos muy especiales.
. M .
No hay comentarios:
Publicar un comentario