Dios, a través de Samuel
nos recuerda hoy las consecuencias de la obediencia y de la desobediencia,
mostrándonos claramente lo que AGRADA a Dios. Veamos:
22Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los
holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová?
Ciertamente el obedecer es mejor que
los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros.
23Porque
como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos e idolatría la obstinación. Por cuanto
tú desechaste la palabra de Jehová, él también te
ha desechado para que no seas
rey.
24Entonces
Saúl dijo a Samuel: Yo he pecado; pues he quebrantado el
mandamiento de Jehová y tus palabras, porque temí al pueblo y consentí
a la voz de ellos. Perdona, pues, ahora mi pecado, 25y vuelve
conmigo para que adore a Jehová. 26Y Samuel respondió a Saúl: No
volveré contigo; porque desechaste la palabra de Jehová, y Jehová te ha desechado para que no seas rey
sobre Israel. 27Y volviéndose Samuel para irse, él se asió de la
punta de su manto, y éste se rasgó. 28Entonces Samuel le dijo: Jehová ha rasgado hoy de ti el reino de Israel, y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú. 29Además,
el que es la Gloria de Israel no mentirá, ni se arrepentirá, porque no es
hombre para que se arrepienta. 30Y él dijo: Yo he pecado; pero
te ruego que me honres delante de los ancianos de mi pueblo y delante de
Israel, y vuelvas conmigo para que adore a Jehová tu Dios. 31Y
volvió Samuel tras Saúl, y adoró Saúl a Jehová.- I Samuel 15:22-31
Más que los ritos y
los sacrificios de parte nuestra, lo que a Dios le agrada es que OBEDEZCAMOS a
sus mandamientos, que nuestras vidas reflejen la LUZ de Cristo, que seamos
verdaderos testigos suyos, que nuestras vidas sean realmente santas e
irreprensibles, que no haya
NADA malo que decir de nosotros.
El OBEDECER a Dios
es GLORIFICARLO con nuestras vidas y es en ESO que debemos enfocarnos antes que
en cualquier forma externa de sacrificios o ritos. Nuestras vidas deben estar
alejadas por completo de la hipocresía y de la mentira y de la falsedad y de
las apariencias. Nuestra relación con Dios, como testigos suyos, como hijos
suyos, como embajadores de Cristo, debe ser INTIMA, sincera y pura.
Por favor, NO MAS
MEDIOCRIDAD… Prestemos atención a cada cosa que ÉL nos dice y pongámosla por
obra.
Todo ídolo, es
decir cualquier cosa que nos aparte de Dios y que no nos permita vivir en
santidad y que nos aleje de vivir la Palabra de Dios, es pecado. Y si
persistimos en ese pecado, Dios se va a olvidar de nosotros y no nos usará como
ÉL hubiera querido hacerlo, haciéndonos sus príncipes y sacerdotes.
Muchas cosas nos
muestra Dios respecto al tema, vivámoslas:
- Olvidémonos de ritos, sacrificios o manifestaciones hipócritas
- Obedezcamos a cada una de las Palabras de Dios, a sus santos mandamientos
- Para Dios, lo mejor de parte nuestra, es la OBEDIENCIA a sus mandamientos.
- Quitémonos la máscara de hipocresía y entreguémonos a Él con Santidad, pureza y sinceridad
- Debemos DESECHAR de raíz cualquier pecado o idolatría
- Desechar la REBELIÓN de mi mente y de mi corazón
- Debemos acogernos 100% a la Palabra de Dios obedeciéndole en TODO
- Entender claramente que si desobedecemos a Dios, ÉL tendrá que desecharnos, por no ser sus testigos fieles.
Recordemos siempre que es lo que AGRADA a Dios
1. Dios se complace en la OBEDIENCIA (Vs 22)
2. Dios aborrece la DESOBEDIENCIA (Vs 23)
3. El arrepentimiento debe ser de corazón, no
solo palabras (Vs 24-30)
En este pasaje,
Dios nos recuerda lo que AGRADA a Dios, la OBEDIENCIA. Es una enseñanza que
viene directamente de un Dios JUSTO que CUMPLE lo que promete, sea para bien o
se para mal
A mí particularmente me llama la atención ver la contundencia con que
Dios nos muestra las bendiciones de la OBEDIENCIA y las MALDICIONES por la
DESOBEDIENCIA
Jovencitos, apliquemos esta enseñanza desde ya mismo,
a comienzos del 2018, con propósitos firmes, sopesando cada actitud de nuestra vida con la Palabra de
Dios, examinando cada uno de nuestros pasos, proponiéndonos a obedecerle a Dios
en TODO, y en TODO es en TODO. Luchando a brazo partido por nuestra
santificación y la de nuestra familia y la de la Iglesia. Apliquemos la enseñanza
combatiendo a brazo partido toda manifestación de pecado… A palabras necias
oídos sordos… La HUMILDAD, la SABIDURIA y la SANTIDAD deben reflejarse cada día
en nuestra vida.
Fabio
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