Jóvenes, Dios nos
quiere recordar hoy el resultado de la obediencia y de la fidelidad a través
del primer libro Samuel. Es posible que nos engañemos pensando que quienes
están en el liderazgo son los que son, pero la realidad puede ser otra, y si
estamos equivocados, Dios se encargará de remover a los que no son y poner a
los que SI SON. Dios no se va a equivocar y nuestra responsabilidad es ORAR,
escucharlo y atender oportunamente a sus decisiones con mucha sabiduría.
1Dijo
Jehová a Samuel: ¿Hasta cuándo llorarás a Saúl, habiéndolo yo
desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite, y ven, te enviaré a Isaí de Belén,
porque de sus hijos me he
provisto de rey. 2Y dijo
Samuel: ¿Cómo iré? Si Saúl lo supiera, me mataría. Jehová respondió: Toma
contigo una becerra de la vacada, y di: A ofrecer sacrificio a Jehová he
venido. 3Y llama a Isaí al sacrificio, y yo te enseñaré lo que
has de hacer; y me ungirás al que yo te dijere. 4Hizo, pues, Samuel como le dijo Jehová; y luego que él llegó a Belén, los ancianos de la
ciudad salieron a recibirle con miedo, y dijeron: ¿Es pacífica tu venida?
5El respondió: Sí, vengo a ofrecer sacrificio a Jehová; santificaos, y
venid conmigo al sacrificio. Y santificando él a Isaí y a sus hijos, los
llamó al sacrificio.
6Y
aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab, y dijo: De cierto delante de Jehová está su
ungido. 7Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer,
ni a lo grande de su estatura, porque yo lo desecho; porque Jehová no mira lo que mira el hombre; pues
el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón. 8Entonces llamó Isaí a Abinadab, y
lo hizo pasar delante de Samuel, el cual dijo: Tampoco a éste ha
escogido Jehová. 9Hizo luego pasar Isaí a Sama. Y él dijo: Tampoco
a éste ha elegido Jehová. 10E hizo pasar Isaí siete hijos suyos
delante de Samuel; pero Samuel dijo a Isaí: Jehová no ha elegido a éstos.
11Entonces dijo Samuel a Isaí: ¿Son éstos todos tus hijos? Y él
respondió: Queda aún el menor, que apacienta las ovejas. Y dijo Samuel a
Isaí: Envía por él, porque no nos sentaremos a la mesa hasta que él venga aquí.
12Envió, pues,
por él, y le hizo entrar; y era
rubio, hermoso de ojos, y de buen parecer. Entonces Jehová dijo:
Levántate y úngelo, porque éste es. 13Y
Samuel tomó el cuerno del aceite, y lo ungió en medio de sus hermanos; y desde
aquel día en adelante el Espíritu de Jehová vino sobre David. Se levantó luego
Samuel, y se volvió a Ramá. - I Samuel 16:1-13
Muchas veces nos
engañamos por la apariencia de los hombres, porque no miramos lo más
importante, que es su corazón. La recomendación de Dios es muy clara :
No debemos mirar a su apariencia, ni a lo grande de su estatura, ya que esas
cosas las desecha Dios. ÉL no mira lo que miramos los hombres, ya que el hombre
mira lo que está delante de sus ojos, pero Dios
mira el corazón… Es por eso que nos equivocamos tantas veces y de
muchas maneras.
Cuantas veces
pensamos que un hombre porque es muy bien parecido, o muy elocuente, o un
ejecutivo exitoso, es un hombre de Dios, pero luego nos desencantamos y nos
damos cuenta del error. Igualmente, muchas veces hay hombres que nos parecen
insignificantes, tímidos, que tal vez no podrán servirle al Señor y luego tenemos que reconocer que estábamos
equivocados. Es necesario poner cada decisión sobre el liderazgo en manos de
Dios, y que sea Dios el que nos confirme QUIENES deben ser. Dios si
conoce los corazones y nunca se va a equivocar. Como seres humanos, nos podemos
equivocar y es por eso que jamás deberemos tomar decisiones en la carne y
apresuradamente, sino dejar que sea Dios quien nos muestre la decisión más
sabia.
Varios DETALLES
IMPORTANTES para que los consideremos:
- Entender que Dios es Dios y no se equivoca.
- Si en el liderazgo hay personas que NO deben estar y Dios decide retirarlas, hay que escuchar su voz.
- No fijarnos en las apariencias de los hombres, ya que son engañosas y Dios las desecha
- Hay que mirar a los corazones de las personas
- No hacer acepción de personas por lo que vemos a primera vista, hay que escudriñar los corazones
- En la Obra deben estar las personas de corazón puro y no los opulentos y aparentemente destacados.
- Toda decisión, especialmente sobre el liderazgo debemos dejarla en manos de Dios
- No tomar decisiones apresuradas basadas en nuestros sentimiento, podemos equivocarnos
- Analizar muy bien la vida de cada hombre, nadie es insignificante para Dios.
Dios nos recuerda cómo debe ser la Selección
de los escogidos
1. La ORDEN viene de Dios (Vs 1-5)
2. No es lo que pensamos los hombres, Nos
equivocamos (Vs 6-12ª)
3. Es lo que piensa Dios, ÉL no se equivoca
(Vs 12b-13)
Dios nos ha
recordado que ÉL no mira las apariencias, sino el CORAZÓN. Es una enseñanza
dada por un Dios que nos sorprende día a
día con sus enseñanzas, y hoy nos muestra la manera de elegir al liderazgo,
escudriñando muy bien los corazones y no dejándonos engañar por las
apariencias.
Impacta ver la forma como el mismo Samuel, un profeta de Dios, podía
haberse equivocado mirando las apariencias, el buen parecer, pero Dios le
mostró que la persona en quien él menos pensaba, iba a ser su elegido (David)
Importante que lo apliquemos YA MISMO, siendo MUY APLOMADOS en la elección de cualquier
líder, haciéndolo con mucha oración y análisis, examinando sus vidas, su
testimonio, su corazón, su relación con Dios. No dejándonos llevar por las
emociones y por las apariencias.
Fabio
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