2 Crónicas 32:6-8
“32:6 Y puso capitanes de
guerra sobre el pueblo, y los hizo reunir en la plaza de la puerta de la
ciudad, y habló al corazón de ellos, diciendo:
32:7 Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él.
32:8 Con él es el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.”
32:7 Esforzaos y animaos; no temáis, ni tengáis miedo del rey de Asiria, ni de toda la multitud que con él viene; porque más hay con nosotros que con él.
32:8 Con él es el brazo de carne, mas con nosotros está Jehová nuestro Dios para ayudarnos, y pelear nuestras batallas. Y el pueblo tuvo confianza en las palabras de Ezequías rey de Judá.”
Estas son las palabras que el rey Ezequias da a su
pueblo después de edificar los muros como defensa al ataque del rey de Asiria Senaquerib.
En esta historia vemos a Senaquerib orgulloso y
prepotente por su fama y ciudades conquistadas. Vemos a una persona que confía 100%
en su carne y en el poder que esta le da. Sus victorias y su reconocimiento hacían
aun que el pueblo de Dios tuviera temor, pero Ezequias fue sabio y conocía que
su fuerza no era nada si no dependían del respaldo de Dios.
Todos los días vivimos y pasamos por distintos escenarios
en las que podríamos perder el valor de servir en este mundo como hijos de
Dios. Vemos tanto pecado en nuestro trabajo, universidad, colegio y aun en
nuestra casa que podríamos pensar en escondernos y no brillar como realmente Dios
nos pide que lo hagamos con tal de no ser estorbados. Tristemente esto pasa por
no comprender quien está respaldándonos y cuidándonos.
Dios está esperando que
le demos la oportunidad de mostrar su poder, de confiar en Él y poner toda
nuestra fe en que cuando brillemos seamos claramente identificados por el
enemigo, y que en el momento del ataque permitamos que Dios sea quien luche por
nosotros para tener una victoria asegurada.
Necesitamos de un esfuerzo adicional conociendo a
Dios todas las mañanas en nuestra cita diaria, animándonos a mantenernos Santos
y a no tener ni un poquito de miedo por lo que el enemigo pueda hacernos
sabiendo que poco podrá hacer si la pelea es con nuestro Salvador.
Te animo a leer la historia completa del libro de 2 crónicas
en el capítulo 32 y a confirmar como es Dios el que gana la batalla por
nosotros.
Lindo Día.
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