viernes, 19 de septiembre de 2014

La FORTALEZA del CREYENTE está en DIOS

Muchas veces somos flojos y nos quejamos por las pruebas que Dios pone y por las circunstancias difíciles que se dan en nuestras vidas con la aprobación de Dios. Debemos entender que si vienen de Dios, es porque son necesarias y debemos recibirlas entendiendo que son para nuestro bien, para nuestra santificación, Dios NO se equivoca. Tenemos un muy buen ejemplo en la vida de Pablo. Veamos:
 
7Y para que la grandeza de las revelaciones no me exaltase desmedidamente, me fue dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera; 8respecto a lo cual tres veces he rogado al Señor, que lo quite de mí. 9Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. 10Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte. 2 Corintios  12:7-10
 
Si Dios permite pruebas difíciles en nuestras vidas es con un propósito, ÉL sabe perfectamente porque necesitamos a veces disciplina en nuestra vidas, a fin de alinearnos con ÉL, con sus pensamientos, con sus mandamientos.
 
Y esa disciplina o corrección o como la queramos llamar puede manifestarse de muchas maneras: Enfermedades, persecuciones, estrechez económica, etc…Yo pienso que si todo fuera color de rosa, fácilmente nos enfriaríamos y nuestro compromiso con Dios y la Obra no sería igual, lamentablemente esa es la condición del ser humano, dado a la carne más que al Espíritu. Pero, gracias a Dios que está a nuestro lado, y nos enseña, nos redarguye, nos ayuda y nos lleva a la perfección a través de la misma tribulación. Dios es muy bondadoso y misericordioso, nos ama y Él nos da la fortaleza para seguir adelante, sea cual sea la situación.
 
Si Pablo, habiendo estado en el paraíso, habiendo sido discipulado directamente por Dios, tuvo que pasar los momentos tan difíciles que tuvo que pasar, ¿quién soy yo para que vaya a ser la excepción?... Debemos gozarnos por todo lo que pasa en nuestras vidas, entendiendo que es la MANO de Dios actuando día a día en nuestro proceso de santificación progresiva.
 
Algunas enseñanzas que podemos extraer de este corto pasaje:
 
ü  No gloriarnos por nada, no somos más que barro en manos del Alfarero. 
ü  Gozarnos en cada momento que vivamos, sea fácil o sea difícil
ü  Confiar plenamente en la ayuda de Dios y en que ÉL no nos abandonará jamás.
ü  Entender que en cada circunstancia de mi vida está Dios presente y con un propósito divino.
 
Dios nos enseña muchas cosas por medio del aguijón en la carne, las PRUEBAS, la DEPENDENCIA de Dios. Tenemos un Dios SABIO que conoce perfectamente el PORQUÉ permite cada circunstancia que vivamos a fin de llevarnos a la perfección.
 
Me impacta ver que por más que ROGUEMOS a Dios por aliviar ciertas circunstancias desfavorables, si ÉL no responde es porque no quiere que nos desenfoquemos. Debemos vivir esta enseñanza aceptando sabiamente cada circunstancia de nuestra vida, entendiendo que DIOS tiene un PLAN muy bien diseñado para cada uno de nosotros, para nuestra familia, para nuestra Iglesia y que ese PLAN es PERFECTO y que por tanto nada saco con desesperarme tratando de cambiar cosas que yo no puedo cambiar.
 
A propósito…¿ Cómo te va con tu aguijón ?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias, me motiva mucho

Anónimo dijo...

Que buen ejemplo :)