En Éxodo
14:14 encontramos esta hermosa frase “Jehová
peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.”
Dios había
sacado a los israelitas de Egipto sin embargo el Faraón ordenó que toda la
caballería e infantería de su ejercito persiguiera al pueblo de Dios recién
liberado.
Egipto
es un cuadro del mundo de donde nos rescató Jesucristo y el Faraón representa
al mismo Satanás que nos perdió.
Temor y el clamor
Es
claro el pasaje contenido en Éxodo 14:10: “Y cuando Faraón se hubo
acercado, los hijos de Israel alzaron sus ojos, y he aquí que los egipcios
venían tras ellos; por lo que los hijos
de Israel temieron en gran manera, y clamaron a Jehová.”
El
pueblo recién rescatado sentía miedo de las represarías del Faraón sin embargo
todos buscaron en Dios una solución para la persecución.
La promesa de Dios
A
través de Moisés Dios habló al pueblo así, Éxodo 14:13: “Y Moisés dijo
al pueblo: No temáis; estad firmes, y
ved la salvación que Jehová hará hoy con vosotros; porque los egipcios que
hoy habéis visto, nunca más para siempre los veréis.”
Cristo protector
Dios
cumplió su promesa y el mismo Jesucristo iba adelante del pueblo liberado
protegiéndoles como se describe en Éxodo 14:19-20: “Y el ángel de Dios que iba delante del campamento
de Israel, se apartó e iba en pos de ellos; y asimismo la columna de nube
que iba delante de ellos se apartó y se puso a sus espaldas, e iba entre el
campamento de los egipcios y el campamento de Israel; y era nube y tinieblas
para aquéllos, y alumbraba a Israel de noche, y en toda aquella noche nunca se
acercaron los unos a los otros.”
El poder demostrado
En
medio de la persecución Dios actuó y destruyó al ejercito egipcio como se
muestra en Éxodo 14:27-28: “Entonces Moisés extendió su mano sobre el
mar, y cuando amanecía, el mar se volvió en toda su fuerza, y los egipcios al
huir se encontraban con el mar; y Jehová
derribó a los egipcios en medio del mar. Y volvieron las aguas, y cubrieron
los carros y la caballería, y todo el ejército de Faraón que había entrado tras
ellos en el mar; no quedó de ellos ni
uno.”
Jóvenes
el mundo y su príncipe sabe que tenemos la vida eterna garantizada por la obra
de Cristo en la cruz sin embargo nos perseguirá buscando aprovecharse de
nuestro temor, recordemos que somos hijos del Dios todo poderoso y peleará por
nosotros para que tengamos tranquilidad en medio de la batalla.
2 comentarios:
=)
Así es, de su mano saldremos victoriosos en todo
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