jueves, 19 de abril de 2012

PERDONO, OLVIDO Y ACTÙO


5Ahora, pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; porque para preservación de vida me envió Dios delante de vosotros. 6Pues ya ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aún quedan cinco años en los cuales ni habrá arada ni siega. 7Y Dios me envió delante de vosotros, para preservaros posteridad sobre la tierra, y para daros vida por medio de gran liberación. 8Así, pues, no me enviasteis acá vosotros, sino Dios, que me ha puesto por padre de Faraón y por señor de toda su casa, y por gobernador en toda la tierra de Egipto.” – Génesis 45:5-8.

Una de las tantas áreas en las que José fue ejemplo, es en esta del perdón. Seguramente conoces bien la historia (sino es así te animo a leer a partir del capítulo 37 de Génesis), y estarás de acuerdo conmigo en que José tenía varios motivos (todos de gran peso) para sentirse ofendido en gran manera por sus hermanos.

Me impacta ver como José reconoce que todo lo sucedido no fue causado por sus hermanos sino por el mismo Dios. Dios quien conoce todas las cosas, sabía muy bien el porqué de tanto dolor y sufrimiento en la vida de su siervo José. Quizá cuando todo esto sucedió el propósito no era muy claro para este varón de Dios, pero es ahora en este momento de la historia donde todo se esclarece y Dios muestra el para qué de toda esta prueba. Acerca de esto tendríamos mucho por hablar pero hoy quiero que recordemos y aprendamos de la actitud de este hombre, José.

Teniendo todo para hacer justicia por sus manos con aquellos quienes en el pasado le habían causado tanto daño, José olvida todas y cada una de las ofensas y se lanza a los cuellos y brazos de cada uno de sus ex ofensores con el firme propósito de mostrarles que en su corazón no hay rencor alguno contra ellos, sino por el contrario el deseo de corazón de ayudarlos en cuanta forma le fuera posible.

Termina de leer la historia y verás como él (José) los presenta ante Faraón quien le da la aprobación de ponerlos en posiciones de privilegio en la tierra de Egipto. Esto sí que es perdonar al ofensor y olvidar (entiéndase como quitar) cualquier raíz de amargura del corazón.

14Y se echó sobre el cuello de Benjamín su hermano, y lloró; y también Benjamín lloró sobre su cuello. 15Y besó a todos sus hermanos, y lloró sobre ellos; y después sus hermanos hablaron con él.” – Génesis 45:15-15.

José no tenía ningún tipo de resentimiento en contra de sus hermanos aún después de todo lo sucedido. El entendía que todo estaba controlado milimétricamente por Dios y que era usado para su bien.

Esta tarde te animamos a quitar de tu corazón cualquier tipo de resentimiento o prevención que tengas en contra de alguien que te haya ofendido o maltratado; y a darle todo tu amor manifestado en las obras que Dios ha preparado de antemano para que anduviésemos en ellas.

Aprovecho para darte las gracias por orar fielmente por Dani. Hoy ha tenido un muy buen día así como anoche tuvo una muy buena noche. Esa situación es demasiado variable debido a lo frágil y delicado que se encuentra. Antenoche tuvo dos amenazas de infarto pero El Señor en su buena voluntad (Agradable Y PERFECTA) usó a los médicos para sacarlo adelante.

Ya les iremos contando que va pasando. Solo que tengas en mente que lo que Dios decida en cuanto a este y otro asunto en la vida; siempre será lo mejor.

Un abrazo y nos vemos mañana,

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