"Pero ¿qué os parece? Un hombre tenía dos hijos, y acercándose al primero, le dijo: Hijo, vé hoy a trabajar en mi viña. Respondiendo él, dijo: No quiero; pero después, arrepentido, fue. Y acercándose al otro, le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Sí, señor, voy. Y no fue. ¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Dijeron ellos: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios. Porque vino a vosotros Juan en camino de justicia, y no le creísteis; pero los publicanos y las rameras le creyeron; y vosotros, viendo esto, no os arrepentisteis después para creerle”. Mateo 21:28-32
Me impactaba la manera en que Jesús confronta a estos opositores y engañadores, y la manera en que usa esta parábola para explicar el arrepentimiento genuino que debe tener todo hombre delante de Dios para recibir el regalo de la Salvación. Muchas veces y durante muchos años yo le dije a Dios que ¡NOO! Pero un día por su misericordia el me dio la oportunidad, como no la da a todos de arrepentirme y recibirlo como mi SEÑOR y SALVADOR.Esta semana Dios me regalaba esta porción de la Biblia en mi devocional y siguiendo la llegada de Jesús a Jerusalén donde va a ser entregado y asesinado cruelmente, se encuentra con la oposición de los fariseos y escribas luego de purificar el templo. En una de esas confrontaciones empieza a hablarles en parábolas y les cita esta parábola corta.
Me impactaba la manera en que Jesús confronta a estos opositores y engañadores, y la manera en que usa esta parábola para explicar el arrepentimiento genuino que debe tener todo hombre delante de Dios para recibir el regalo de la Salvación. Muchas veces y durante muchos años yo le dije a Dios que ¡NOO! Pero un día por su misericordia el me dio la oportunidad, como no la da a todos de arrepentirme y recibirlo como mi SEÑOR y SALVADOR.Esta semana Dios me regalaba esta porción de la Biblia en mi devocional y siguiendo la llegada de Jesús a Jerusalén donde va a ser entregado y asesinado cruelmente, se encuentra con la oposición de los fariseos y escribas luego de purificar el templo. En una de esas confrontaciones empieza a hablarles en parábolas y les cita esta parábola corta.
También es impactante como nos da muchas oportunidades para estar en paz con Él y sin importar lo descarriados que estemos, volvamos a Él con un corazón humillado y Él nos perdona. No importa lo que hayamos hecho, él está dispuesto a perdonar a un pecador arrepentido que quiere cambiar su camino y se goza cuando esa oveja cambia su forma de caminar.
“Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido. Qué os parece? Si un hombre tiene cien ovejas, y se descarría una de ellas, ¿no deja las noventa y nueve y va por los montes a buscar la que se había descarriado? Y si acontece que la encuentra, de cierto os digo que se regocija más por aquélla, que por las noventa y nueve que no se descarriaron. Así, no es la voluntad de vuestro Padre que está en los cielos, que se pierda uno de estos pequeños”. Mateo 18:11-14
Dios nos sigue cuidando por medio de unos pastores y líderes puestos por Él, Dios los pone para cuidarnos, para escucharlos, para imitarlos, apoyarlos y animarlos a través de nuestras vidas.
Ahora podemos trabajar en esa viña, y debemos hacerlo con prudencia (pegados a la palabra) y con fidelidad (dando fruto), trabajando con las fuerzas que solo da el Señor.
Gracias Señor Jesús por perdonarnos y por permitirnos trabajar en tu viña. Es inmerecido.
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