lunes, 6 de diciembre de 2010

SI CRISTO PUDO, NOSOTROS TAMBIÉN PODEMOS

Siempre es necesario regresar a la base y recordar los principios bíblicos que aprendíamos en nuestras primeras clases del discipulado, porque tristemente se nos olvidan y volvemos atrás y no entendemos que si hemos recibido a Cristo en el corazón, él vive en nosotros y ese que vive en nosotros padeció por nosotros en la carne y termino con el pecado y nosotros debemos armarnos de este mismo pensamiento.

Por medio del pasaje de hoy el Apóstol Pedro nos habla fuerte para que dejemos el pecado en (1 PEDRO 4:1-3) “PUESTO QUE CRISTO HA PADECIDO POR NOSTROS EN LA CARNE, VOSOTROS TAMBIÉN ARMAOS DEL MISMO PENSAMIENTO; PUES QUIEN HA PADECIDO EN LA CARNE, TERMINÓ CON EL PECADO, 2 PARA NO VIVIR EL TIEMPO QUE RESTA EN LA CARNE COMFORME A LAS CONCUPISCENCIAS DE LOS HOMBRES, SINO CONFORME A LA VOLUNTUAD DE DIOS.3 BASTE YA EL TIEMPO PASADO PARA HABER HECHO LO QUE AGRADA A LOS GENTILES, ANDANDO EN LASCIVIAS, CONCUPISCENCIAS, EMBRIAGUESES, ORGÍAS, DISCIPACIÓN Y ABOMINABLES IDOLATRÍAS”.

Algunas veces no entendemos que Cristo vive en nosotros y no dejamos que él se manifieste en nosotros y simplemente decimos que ya somos, y comamos y bebamos que mañana moriremos y nos vamos para el cielo, y menospreciamos lo que Cristo hizo por nosotros en la cruz, pisoteamos su sangre y Pedro dice baste ya, que renunciemos al pecado, que digamos ya no más y no vivamos el tiempo que nos resta en la carne y complaciendo nuestros deseos.

Cristo padeció por nosotros para demostrarnos que si se puede vivir una vida agradable delante de Dios, haciendo su voluntad y no por nosotros mismos, sino por El, cuando aceptamos el hecho de que Cristo vive ahora en mi, y que estoy crucificado juntamente con él como lo dice Gálatas 2: 20, es decir, en la cruz debo morir cada día, crucificar la carne, para vivir para Dios. Si Cristo pudo vivir una vida agradable delante del Padre, nosotros también podemos hacerlo. En Cristo tenemos la victoria sobre el pecado, solo entreguémonos a él y que sea Cristo el dueño de nuestro vida, no podemos desperdiciar más el tiempo y hoy es el momento en que debemos arreglar las cosas con Dios.

La verdad es que el tiempo es corto y no podemos seguir en las mismas cosas de antes I Pedro 4:7 dice: Que el fin de todas las cosas se acerca. No hay que ser muy inteligente para saber que este mundo esta cada vez peor y que la venida de Cristo esta cada día más cerca, ¿Cómo nos presentaremos ante él?.

Un abrazo.

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