martes, 26 de enero de 2010

Y EN MOMENTOS DE ENFERMEDAD…


2ª Crónicas 16:12 “En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos”

En los años que llevo de andar con el Señor, he tenido la oportunidad de compartir a algunas personas en estado terminal, producto de enfermedades como sirrosis, desmembraciones, cáncer en vías respiratorias, bacterias en órganos digestivos, entre otras. Recuerdo una anécdota de una señora en el hospital universitario de Santander, a quien le compartí y cuando llegó el momento de orar me di cuenta que era muda… ella oró en su pensamiento... Dios conocía su corazón y solo Dios conoce su salvación.

El pasado fin de semana en el viaje misionero a Cúcuta, Dios me permitió una cita divina a la cual fui invitado el día anterior al viaje. Cuando llegué a esta cita, a visitar una persona que no conocía y que necesitaba de CRISTO y es enfermo de cáncer terminal en los pulmones, mi corazón se llenó de profunda emoción y expectativa. Mi oración desde que supe de esta cita fue mi refugio para contar con el respaldo del Señor. Fue algo maravilloso. Dios me permitió sabiduría para llegarle al corazón a este hombre. Iniciamos con dos pasajes que Dios me mostró justo en el momento en que miraba a este señor antes de abrir la Biblia. Un pasaje está en Santiago 5:15-16 “Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho” y el otro en 1a Pedro 2:24 “quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados”. Estos dos pasajes de la Biblia muestran que Dios puede sanar tanto física como espiritualmente a un hombre o mujer que le buscan. Este hombre inconverso en medio de su enfermedad, “si” atendió el llamado del Señor y le buscó al Señor y oró a pesar de la dificultad de sus pulmones… (en medio de nuestra conversación hubo un momento en que botó sangre por su boca)…

Hoy Dios nos enseña en este versículo que Asa enfermó gravemente y a diferencia del hombre de Cúcuta que les comparto, en su enfermedad no buscó a Dios.


Hay gente en el mundo que no conoce a Cristo y a pesar de su enfermedad de PECADO no buscan a Dios… y mueren sin Cristo…


Jóvenes, a veces aún siendo conversos cuando nos llega la enfermedad, no buscamos a Dios, a Jehová nuestro sanador…


Jóvenes cuando Dios ponga una cita con algún inconverso debemos ir en su Poder… tengamos presente que ellos están enfermos de pecado…


Oro a Dios por una enfermedad con la que llevo años… no sé si sea el aguijón en mi carne, pero siempre le pido a Dios si es su voluntad, que la sane…


Como jóvenes a veces nos sentimos muy vigorosos… y es porque nos vemos jóvenes y pensamos que la enfermedad no puede llegar a nuestras vidas… si hay enfermedad física en tu vida o si es enfermedad de pecado, debemos “buscar a Dios”.

Que tengas un día lleno del Señor!!!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Cuando llegan las pruebas de salud a nuestra vida es porque Dios quiere perfeccionar nuestra FE. Creo en el médico al que veo, o a Dios que aunque no lo vea, tiene el poder y la sabiduría para sanarme? Creo en los avances científicos y los medicamentos, o creo en el Todopoderoso que controla aun el avance de la ciencia? Creo en los seguros y aun sus errores y falencias, o en el Dios que cubre y conoce todas nuestras necesidades? ES CUESTIÓN DE FE!!

Anónimo dijo...

Asi es!!! gracias por el comentario. Gracias a Dios nuestro sanador Todopoderoso!