Gálatas 5:22 - 23
“22 Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
23 mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley. “
El fin de semana que paso tuve la oportunidad de enseñar a los jóvenes de transición sobre el GOZO y este como fruto del espíritu santo.
Dios nos enseñaba tres cosas básicas.
SABER: entender que el gozo real viene de Dios y de vivir para él. Cuando estamos haciendo su voluntad, cuando sabemos que nuestra vida le esta sirviendo a Dios con cada parte de nuestro cuerpo ese gozo se nota.
SENTIR: entender que el gozo se siente. Sin importar las circunstancias, la actitud de una persona que le sirve a Dios siempre va a ser de gratitud para con él y de alegría en medio de lo que se este pasando.
HACER: esta es la más importante de esas tres cosas básicas. Muchas veces a pesar de que nuestra vida esta respaldada por Dios y nos damos el lujo de vivir para él, nuestra actitud y nuestro rostro reflejan cosas totalmente distintas. A veces nos pasan cosas muy buenas y tendemos a ser muy fríos ante eso. A Dios le gusta que le demostremos la gratitud por todo lo que el permite en nuestra vida. Si un papa le dice a su hijo que lo va a llevar a comer lo que a el mas le gusta, lo normal es que el niño se sorprenda, le de las gracias por eso, lo disfrute, le cuente a los demás y este feliz por eso.
Con Dios es igual. El todo el tiempo nos sorprende y nosotros debemos demostrar esa alegría contándole a la gente, teniendo un rostro alegre y animándonos a obedecerle aun más.
Ahora, si las circunstancias son complicadas, si tal vez no estamos pasando por un buen momento, volvamos a el SABER, entendamos que Dios tiene un propósito con cada cosa que hace y que si estamos haciendo su voluntad, la tranquilidad se va a reflejar en nosotros y vamos a sentir un gozo interno que no vamos a comprender.
El gozo nos hace ganadores de almas.
Un lindo día =)
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