Vamos
a tratar un tema que pocas veces estudiamos y es lo referente a la asistencia,
guarda, y conservación de los animales que nos sirven para el trabajo, alimento
y recreación.
Leamos
el pasaje.
Proverbios 12:10
“El
justo cuida de la vida de su bestia;
Mas el
corazón de los impíos es cruel.”
Dios nuevamente
establece claramente dos formas opuestas de actuar respecto de estos seres que
viven y sienten y nos brindan beneficios de todo orden.
Los animales fueron creados por Dios y a Él le
pertenecen
Durante
los días quinto y sexto de la creación, el Señor dio vida a los seres vivientes
que forman parte de nuestro planeta, incluido el hombre, como se establece en
Génesis 1: 20-27.
Los creyentes estamos obligados a proteger a los
animales
Nuestro
Creador cuida de los animales como se contempla en Mateo 6:26: “Mirad las aves
del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta.
¿No valéis vosotros mucho más que ellas?”
Esa actitud
de cuidado debe ser imitada por el ser humano.
Deuteronomio
22:6-7
“Cuando
encuentres por el camino algún nido de ave en cualquier árbol, o sobre la
tierra, con pollos o huevos, y la madre echada sobre los pollos o sobre los
huevos, no tomarás la madre con los hijos. Dejarás ir a la madre, y tomarás los
pollos para ti, para que te vaya bien, y prolongues tus días.”
El mundo hace sufrir y se complace en los
padecimientos de los animales
Muchos hombres
se deleitan en hacer sufrir a los animales y se complace en sus padecimientos, muchos
son sangrientos, duros y violentos con estas criaturas, manifestaciones de ello
son la caza indiscriminada, la tauromaquia o las peleas que se programan entre
ellos con beneficios económicos.
Cuidar a los animales forma parte de nuestra forma
de testimonio cristiano
En la ley
que dio el Señor a los israelitas vemos ordenado su cuidado y protección y descanso,
acciones dignas de imitar, demostrando nuestra condición de nuevas criaturas y
buenos administradores.
Éxodo
23:4-5
“Si
encontrares el buey de tu enemigo o su asno extraviado, vuelve a llevárselo. Si
vieres el asno del que te aborrece caído debajo de su carga, ¿le dejarás sin
ayuda? Antes bien le ayudarás a levantarlo”
Deuteronomio
25:4
“No
pondrás bozal al buey cuando trillare.”
Éxodo 20:9-10
“Seis
días trabajarás, y harás toda tu obra; mas el
séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu
siervo, ni tu criada, ni tu bestia,
ni tu extranjero que está dentro de tus puertas.”
Jóvenes,
el mundo es cruel de muchas maneras, incluyendo el trato a la creación de Dios,
este es un campo en el cual también debemos brillar debidamente y mostrar a
Cristo, meditemos en nuestra conducta hacia estas criaturas y demos el debido
testimonio.
Un
abrazo de oso, nos encontramos más tarde en la reunión.
MAC
1 comentario:
Gracias !!! =)
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