En Ester 2:21-23 encontramos
este pasaje: “En aquellos días, estando Mardoqueo sentado a la puerta del rey,
se enojaron Bigtán y Teres, dos eunucos
del rey, de la guardia de la puerta, y procuraban
poner mano en el rey Asuero. Cuando Mardoqueo
entendió esto, lo denunció a la reina Ester, y Ester lo dijo al rey en nombre
de Mardoqueo. Se hizo investigación del asunto, y fue hallado cierto; por
tanto, los dos eunucos fueron colgados en una horca. Y fue escrito el caso
en el libro de las crónicas del rey.”
Sobre Ester
En el este libro vemos como
el emperador persa Asuero, gobernante de un imperio que comprendía un
territorio que abarcaba desde la India hasta Etiopía sobre ciento veintisiete
provincias, reemplazó a la reina Vasti de origen gentil, por la reina Ester, de
origen judío.
Es un cuadro profético
sobre el pronto tiempo venidero en el que Dios nos arrebatará como iglesia para
tratar directamente con el pueblo judío.
Ester era una mujer especial
y de extrema belleza física como se describe en Ester 2:7: “Y había
criado a Hadasa, es decir, Ester, hija de su tío, porque era húerfana; y la
joven era de hermosa figura y de buen
parecer. Cuando su padre y su madre murieron, Mardoqueo la adoptó como hija
suya.”, siendo la preferida del emperador sobre muchas, como nos enseña Ester
2:16:17: “Fue, pues, Ester llevada al rey Asuero a su casa real
en el mes décimo, que es el mes de Tebet, en el año séptimo de su reinado. Y el rey amó a Ester más que a todas las
otras mujeres, y halló ella gracia y benevolencia delante de él más que
todas las demás vírgenes; y puso la
corona real en su cabeza, y la hizo reina en lugar de Vasti.”
Descubrimiento del pecado
Mardoqueo, primo y padre
adoptivo de Ester, se percató del magnicidio que los funcionarios Bigtán y
Teres planeaban contra la vida del emperador y decidió hacer lo correcto dando noticia
de la actuación ilícita en contra del rey a su sobrina.
Es importante reafirmar
que el pecado no se debe encubrir, Dios siempre lo conoce como nos muestran los
siguientes versículos.
Job 10:14
“Si pequé, tú me has observado,
Y no me tendrás por limpio de mi iniquidad.”
Jeremías 2:22
“Aunque te laves con lejía, y amontones jabón sobre ti, la mancha de tu
pecado permanecerá aún delante de mí, dijo Jehová el Señor.”
Amós 5:12
“Porque yo sé de vuestras muchas rebeliones, y de
vuestros grandes pecados; sé que afligís al justo, y recibís cohecho, y en
los tribunales hacéis perder su causa a los pobres.”
Las buenas consecuencias de actuar correctamente
Mardoqueo al enterarse
del complot en contra del emperador y al informarlo a su prima la reina desencadenó
un proceso judicial, en el que luego de hacer las diligencias del caso permitió
descubrir el complot de Bigtán y Teres, corroboró la denuncia y salvó la vida de
Asuero, declarando culpables a los delincuentes siendo sentenciados a muerte.
Recordemos que la
justicia es una característica de Dios y es su mandato que las causas sean
sometidas a juicio como nos enseñan los siguientes pasajes.
Éxodo 18:22
“Ellos juzgarán al pueblo en todo tiempo; y todo asunto
grave lo traerán a ti, y ellos juzgarán todo asunto pequeño. Así aliviarás
la carga de sobre ti, y la llevarán ellos contigo.”
Éxodo 18:26:
“Y juzgaban al pueblo en todo tiempo; el asunto difícil lo traían a
Moisés, y ellos juzgaban todo asunto pequeño.”
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