Desde el domingo
anterior, hacia el mediodía me enteré tristemente de la muerte de un muy buen
amigo, profesor, ex socio y compañero de docencia, un hombre de mi misma edad y
lleno de vida, enamorado de las caminatas (Tal vez más de 6 Kilómetros diarios).
Lamentablemente un infarto fulminante acabó con su vida. Todos sus sueños y su
vanagloria quedaron atrás, varias veces le compartí el Evangelio, pero nunca le
dio la seriedad que se merecía. No sé si en su intimidad Dios haya tocado su
corazón y le haya regalado su Salvación. Solo Dios y él lo saben.
Su funeral ha sido
el más triste de cuantos he visto, algunas canciones del mundo interpretadas
por un músico que tal vez ni lo conoció, unas palabras de un amigo en las
cuales no se mencionó a Dios para nada. Me sentí tan impotente, viendo a tanta
gente engañada y candidatos para ir a un infierno eterno que hasta me indispuse
con un dolor de cabeza terrible. Y al día siguiente en mi devocional Dios precisamente
puso ante mis ojos este pasaje:
26Así que, no los
temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto,
que no haya de saberse. 27Lo
que os digo en tinieblas, decidlo en la luz; y lo que oís al oído, proclamadlo
desde las azoteas. 28Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas el
alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma y el
cuerpo en el infierno. 29¿No se venden dos pajarillos por un cuarto?
Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. 30Pues aun
vuestros cabellos están todos contados. 31Así que, no temáis; más
valéis vosotros que muchos pajarillos.32A cualquiera, pues, que me
confiese delante de los hombres, yo también le confesaré delante de mi Padre
que está en los cielos. 33Y a cualquiera que me niegue delante de
los hombres, yo también le negaré delante de mi Padre que está en los cielos. - Mateo 10:26-33
Lastimosamente
andamos enredados en las cosas del mundo y ajenos a la Voluntad de Dios. El
mundo anda completamente engolosinado en las cosas materiales, en la ciencia,
en la tecnología, en las riquezas y en todo lo que se ve. Corren de acá para
allá, se afanan por hacer más y más cosas, pero no tienen en cuenta a Dios para
nada. Es lo que pasa a nuestro alrededor y estoy seguro que es el común
denominador en el mundo entero. Todos ellos están ajenos a la verdad, muchos,
tal vez porque nadie les ha hablado, otros porque han escuchado pero no han
querido oír, o les es indiferente.
Lamentablemente a
los creyentes nos da vergüenza contar
QUIEN es DIOS y lo que realmente está pasando por ignorarlo y lo que irá a
pasar por no tenerlo en cuenta.
Para Dios es muy
fácil coger un súper avión o un barco fabricados con toda la tecnología de
avanzada y destruirlo con un simple rayito, o coger pueblos enteros y borrarlos
con un simple remolino, o destruir grandes regiones mediante una ola
gigantesca, mostrando la impotencia del
hombre ante Su Majestad.
Nuestro deber como
auténticos creyentes es confesar a CRISTO con nuestras vidas y con nuestras
bocas, si así lo hacemos, Él nos confesará delante de Dios, más si le negásemos
con nuestras malas actitudes y nuestras vidas vergonzosas manchadas de pecado,
nada bueno podremos esperar de parte de ÉL. Nuestras vidas deben ser de
permanente andar en el Señor, de permanente testimonio, de permanente deseo de
proclamar el Evangelio, respaldados por una vida recta e intachable. Es lo que
Dios espera de cada uno de nosotros.
Un día, a las
buenas o a las malas, TODO el mundo conocerá la verdad, y nosotros seremos los
primeros en lamentarnos por NO HABER HABLADO, por físico miedo, por el temor al
qué dirán. Ya mismo debo dejar la cobardía a un lado y salir a PROCLAMAR a
Cristo, pase lo que pase, digan lo que digan.
Jóvenes, no dejemos
pasar el tiempo ni las oportunidades, es necesario proclamar la VERDAD sin
avergonzarnos y sin temer a nadie, es necesario confiar en la PROTECCIÓN de
Dios, y más importante aún, es necesario obedecer a Dios antes que a los
hombres.
Es muy importante
entender que no debemos tener
miedo a los hombres, sino temer a Dios y testificar de ÉL, pase lo que pase,
sin avergonzarnos en lo más mínimo. Tenemos un DIOS que TODO lo ve, y al que no
podemos engañar y que nos retribuirá con riquezas celestiales en la misma
medida en que testifiquemos de ÉL. Es impactante ver la firmeza con que Dios me
habla del engaño en que anda el mundo, temiéndole al hombre pero ignorando la
GRANDEZA y el poder de Dios
Ojalá apliquemos esta enseñanza entregándonos
de lleno a la proclamación del Evangelio, sin temores de ninguna clase y sin
avergonzarnos de ser CRISTIANOS, de ser evangelistas y de usar la Biblia cada
vez que sea necesario.
Hechos_18:9 - Entonces el Señor dijo a Pablo en visión de noche:
No temas, sino habla, y no calles
2 comentarios:
Así es, definitivamente somos cobardes... Que vergüenza
Y eso que varios ya hemos tomado el curso de evangelismo... Hay que ponerlo en práctica
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