Lo más importante de la vida en
Cristo es avanzar, crecer, madurar, ya que de lo contrario, cuando nos
estancamos viene la falta de fe, la pérdida del ánimo y la fascinación por las
cosas del mundo, lo que lleva a un fracaso espiritual y lo que es también
grave, que los enemigos de Dios blasfemen de Su poder y realidad.
Por eso jóvenes, no dejen de
crecer en El Señor, la vida cristiana es una carrera maravillosa donde día tras
día podemos descubrir lo cerquita que está Dios de sus hijos y como El tiene un
propósito eterno en cada cosa que permite.
Pensando en esto, en las
herramientas que tenemos para madurar, como el devocional diario, el
discipulado constante y vivo, las reuniones congregacionales, el compañerismo
bíblico, cosas todas a las que te animo que no falles; encontré un pasaje bíblico
de alguien que tomó buenas decisiones en algún momento de su vida pero dejó de
crecer en Su fe en Dios y tropezó hasta perder el trono que el mismo Dios le había
dado. Se trata del rey Saúl, primer rey
de Israel.
Por conocer los mandamientos de Dios,
una de las buenas decisiones que tomó Saúl siendo rey de Israel fue expulsar a
los encantadores y adivinos (1 Samuel 28:3) ya que la Biblia da instrucciones
estrictas acerca de la prohibición de las prácticas espiritistas (Levítico
19:31, 20:6-7). Sin embargo en un triste episodio los filisteos se juntaron
para atacar el campamento de Israel y el rey Saúl tuvo mucho miedo y dice la
Biblia que el consultó a Dios pero El Señor no le respondió de ninguna manera
acerca de Su dirección específica y el profeta Samuel había muerto.
Así que Saúl, VOLVIÓ ATRÁS L y envió a sus criados
a buscar a una mujer que tuviera espíritu de adivinación para que le hiciera
venir al profeta Samuel de entre los muertos. Obviamente le tocó hacerlo
disfrazado y en la noche pues sería muy vergonzoso que alguien viera que el
propio rey de Israel que había arrojado a los adivinos, ahora estuviera en su
búsqueda.
Toda la historia está en 1 Samuel
28:7-11 y me hacía pensar que tenaz es cuando un creyente hace algo que
claramente ha entendido que no se debe hacer. Aún más, cuando ha tenido la
madurez suficiente para arrojarlo de su vida o de su carácter, como puede haber
pasado con los vicios ya abandonados, las malas palabras ya erradicadas, las
mentiras ya dejadas atrás, la pereza ya superada, etc, etc, etc.
Así que no te asombres demasiado
de que esto le haya ocurrido al rey Saúl, ni te escandalices de que esto hubiera
podido ocurrir, en momentos de desesperación, la carne querrá tirarnos a
decisiones que creemos son impensadas ya para nuestra nueva vida en Cristo, pero
es la realidad de lo que puede ocurrir en nuestra propia vida si dejamos de
crecer, si miramos a las circunstancias y no al Señor.
Por eso, en esos momentos de debilidad
espiritual, producto de no estar madurando con las herramientas que Dios te da,
recuerda de donde Dios te sacó, y a donde te quiere llevar, no retrocedas!! No
vuelvas atrás!!
No
perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande galardón; porque os
es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios,
obtengáis la promesa. Porque
aún un poquito, Y el que ha de venir vendrá, y no tardará. Mas el
justo vivirá por fe; Y si retrocediere, no
agradará a mi alma. Pero nosotros no somos de los que
retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del
alma. Hebreos 10:35-39
1 comentario:
Buena exhortación, gracias...¡No entiendo por qué ahora no es todos los días!
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