La palabra de Dios está llena de promesas preciosas que son de por cierto muy alentadoras, que alegran nuestra alma, nos dan propósito; y los salmos especialmente estan llenos de promesas incomparables.
Salmos 16: 9-11 "Se alegró por tanto mi corazón, y se gozo mi alma; mi carne también reposará confiadamente; Porque no dejarás mi alma en el seol, ni permitirás que tu santo vea corrupción.
Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre."
Un salmo mesiánico de David y habla de una herencia escogida, es lindo ver por todos lados en esta corta porción a nuestro Señor Jesús, quién no vio corrupción y está a la diestra del Padre para siempre.
Para nosotros como hijos de Dios por su infinita misericordia y abundante gracia es nuestra alegría, gozo y gran esperanza de que nuestra alma no va a ese lugar de tormento, ni verá la corrupción porque Dios en su gran amor con que nos amó nos trasladó de las tinieblas as u luz admirable, al reino de su amado Hijo y nos dio toda bendición espiritual y nos hizo sentar en lugares celestiales donde hay plenitud de gozo y delicias a la diestra de Dios para siempre.
Si tenemos esta gran promesa y muchas más, como no vivir una vida que realmente agrade a nuestro Señor, apartándonos cada vez más de los deseos de la carne, de los ojos y la vanagloria de la vida y llevar fruto de almas salvas para Dios.
Recordemos que vivimos es para la gloria de Dios, para esto nos salvó, para alabanza de su gloria, no desperdiciemos nuestras vidas en cosas que si somos honestos no valen la pena, sigamos el plan que Dios que tiene diseñado para cada uno de nosotros, vivamos y reclamemos sus promesas que nos dan alientos para vivir como Dios espera que lo hagamos.
Un abrazo.
1 comentario:
Gracias =)
Publicar un comentario