La Biblia Números 25:1-4 nos muestra esta triste
historia: “Moraba Israel en Sitim; y el
pueblo empezó a fornicar con las hijas de Moab, las cuales invitaban al
pueblo a los sacrificios de sus dioses; y el pueblo comió, y se inclinó a sus dioses. Así acudió
el pueblo a Baal Peor; y el furor de
Jehová se encendió contra Israel. Y Jehová dijo a
Moisés: Toma a todos los príncipes del pueblo, y
ahórcalos ante Jehová delante del sol, y el ardor de la ira de Jehová se
apartará de Israel.”
Último asentamiento
nómada antes de entrar a la tierra prometida
La primera parte de Números 25:1 nos muestra que en
su camino a la tierra de Canaán el pueblo de Dios permaneció en Sitim,
territorio en Moab al este del río Jordán, tierra idolatra.
Un pecado lleva a otro
La segunda parte de Números 25:1 da cuenta que el
primer pecado del pueblo de Dios fue la fornicación donde los israelitas por
fuera de sus matrimonios se unieron en yugo desigual con los habitantes de la
tierra pagana; ayuntamiento y cópulas carnales que derivaron en un pecado de
naturaleza espiritual que correspondió a la idolatría dejando de un lado a
Jehová.
Cultos aborrecibles
Números 25:2 demuestra que los
israelitas aceptaron las invitaciones de los habitantes de Sitim y participaron
de las blasfemas prácticas sacerdotales demoniacas realizando sacrificios a sus
dioses; celebrando fiestas en pos de ellos, y reverenciaron a estas deidades.
Baal Peor
La primera parte de Números 25:3 da el nombre del
dios al que el pueblo de Israel acudió, Baal Peor, deidad moabita identificada
con el dios Quemos.
La ira de Dios
La segunda parte de Números 25:3 nos muestra la
reacción de Dios y fue su ira exaltada por el accionar de su pueblo y en Números
25:4 pronuncia la sentencia en contra de esta actuación desagradable “Y Jehová dijo a Moisés: Toma
a todos los príncipes del pueblo, y ahórcalos ante Jehová delante del sol,
y el ardor de la ira de Jehová se apartará de Israel.”
La ejecución de la sentencia
Números 25:5 nos narra como se
ejecutó la ordenanza de Dios: “Entonces Moisés
dijo a los jueces de Israel: Matad
cada uno a aquellos de los vuestros que se han juntado con Baal Peor.”
El resultado final
Luego de ejecutar la sentencia dada por Jehová y transmitida
a todos los jueces de Israel por parte de Moisés, Números 25:9 nos
detalla la cantidad exacta de bajas, “Y murieron de aquella mortandad
veinticuatro mil.” Este hecho tan lamentable es aún recordado por los judíos de
la actualidad.
Jóvenes, así como en el andar
de Israel como nómada en dirección a la tierra prometida, Colombia para Cristo
y nuestra santificación pueden hacer que paremos en un lugar como Sitim y es
nuestro deber cuidarnos de caer en las invitaciones de los impíos, si lo
hacemos la furia de nuestro Padre se puede desatar y su disciplina de seguro se
hará sentir.
2 comentarios:
=(
Buena enseñanza... Gracias
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