sábado, 6 de diciembre de 2014

UN CENSO BUENO


En I de Crónicas 21:1-4 Dios nos muestra lo siguiente: “Pero Satanás se levantó contra Israel, e incitó a David a que hiciese censo de Israel. Y dijo David a Joab y a los príncipes del pueblo: Id, haced censo de Israel desde Beerseba hasta Dan, e informadme sobre el número de ellos para que yo lo sepa. Y dijo Joab: Añada Jehová a su pueblo cien veces más, rey señor mío; ¿no son todos éstos siervos de mi señor? ¿Para qué procura mi señor esto, que será para pecado a Israel? Mas la orden del rey pudo más que Joab. Salió, por tanto, Joab, y recorrió todo Israel, y volvió a Jerusalén y dio la cuenta del número del pueblo a David.”

Este registro minucioso de los habitantes de Israel fue motivado por el mismo Satanás, tuvo connotaciones malignas y no agradó a nuestro Señor.

En el recorrido que acabé de comenzar en el libro de Números exactamente en los versículos 1 y 2 del capítulo primero la situación es completamente diferente, veamos lo que la Biblia nos muestra: “1:1 Habló Jehová a Moisés en el desierto de Sinaí, en el tabernáculo de reunión, en el día primero del mes segundo, en el segundo año de su salida de la tierra de Egipto, diciendo: Tomad el censo de toda la congregación de los hijos de Israel por sus familias, por las casas de sus padres, con la cuenta de los nombres, todos los varones por sus cabezas.

Esta vez es Dios mismo quien instruye y ordena a Moisés que realice el empadronamiento de su pueblo.

La motivación correcta

Cumplir la voluntad de nuestro Padre Celestial y jamás la del rey temporal de este mundo.

Su negación es un ejemplo claro de la estupidez humana y mundanal.

Hacer la voluntad de Dios

Moisés cumplió la voluntad de Dios sin que mediara el orgullo o la vanidad y ejecutó el mandamiento como nos muestra Números 1:19:Como Jehová lo había mandado a Moisés, los contó en el desierto de Sinaí.”

Las estadísticas para la gloria del Señor

Los resultados como los descritos en Números 1:45-46: “Y todos los contados de los hijos de Israel por las casas de sus padres, de veinte años arriba, todos los que podían salir a la guerra en Israel, fueron todos los contados seiscientos tres mil quinientos cincuenta.” Son resultados para la gloria del Señor.


Jóvenes, es un mandato divino que nuestra iglesia crezca y que cada vez se sumen más y más hombres y mujeres que conozcan del evangelio de la salvación, pero las almas no son un juego de números ni una estadística más, jamás debe mediar la vanagloria, toda la gloria debe ir dirigida al Dios todo poderoso y en sus manos está la vida y la muerte y nosotros somos sus siervos y es nuestro deber cumplir sus mandatos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias =)

Anónimo dijo...

☺☺☺

Anónimo dijo...

Muy interesante... Gracias