Génesis
17:1
“17:1
Era Abram de edad de noventa y nueve años, cuando le apareció Jehová y le dijo:
Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí y sé perfecto.”
En
este pasaje Dios le da un mandamiento a Abram que hoy nos hace a cada uno de
nosotros.
Andar delante de Él y ser perfecto.
Andar
delante de Dios traerá como resultado una vida que solo El va perfeccionando. Andar
delante de Él nunca significa que pares sino que estés en constante movimiento
en el proceso de conformarte a la imagen de Jesucristo.
Andar
delante de Él es confiar en el respaldo de Dios para cuidarte y al mismo tiempo
en la dependencia total de El que se demuestra buscando su consejo día a día en
la biblia.
Estuve
hace un tiempo con Felipe, mi sobrino de 2 años en un centro comercial, por ningún
motivo iba a permitir que el caminara detrás mío en donde no lo pudiera ver, yo
necesitaba que el caminara delante mío para poder cuidarlo y aun mi altura me permitía
ver cosas que él no veía que podían causarle daño.
Me
impacto mucho mas el hecho de que Felipe constantemente me buscaba mientras
caminaba como preguntándome si el camino era el correcto y buscando mi aprobación.
Una vez notaba que no había ningún gesto diferente en mí, seguía caminando y
esto se repetía una y otra vez. Tal vez si Felipe no me buscara y se
desentendiera de mi voz a pesar de decirle que hay obstáculos adelante, el seguiría
caminando y seguro se caería. Nunca permitiría que a Felipe le pasara algo malo
pero si se que esa caída lo va a formar y le va a permitir aprender como parte
de la disciplina sin que sufra daño alguno, será necesario.
Dios
con nosotros se porta de la misma forma, el quiere que vayamos delante de Él,
pero guiados por El, no dejando de escuchar su voz, preguntándole si vamos por
el camino correcto o con la capacidad para desviarnos si nos dice que vamos por
el camino incorrecto.
La promesa
de Dios es que seremos perfectos y es natural si vamos delante de la forma
correcta. Ir delante de Dios también nos cuidara de pecar, sentir su presencia nos
mantendrá santos.
Salmo
141:2
“141:2 Suba
mi oración delante de ti como el incienso,
El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.”
El don de mis manos como la ofrenda de la tarde.”
Lindo día.
1 comentario:
Muy bonito... Gracias
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