LIBRES DE SERVIDUMBRE

Éxodo 6:6-8: nos narra lo siguiente: “Por tanto, dirás a los hijos de Israel: Yo soy JEHOVÁ; y yo os sacaré de debajo de las tareas pesadas de Egipto, y os libraré de su servidumbre, y os redimiré con brazo extendido, y con juicios grandes; y os tomaré por mi pueblo y seré vuestro Dios; y vosotros sabréis que yo soy Jehová vuestro Dios, que os sacó de debajo de las tareas pesadas de Egipto. Y os meteré en la tierra por la cual alcé mi mano jurando que la daría a Abraham, a Isaac y a Jacob; y yo os la daré por heredad. Yo JEHOVÁ.”

Dios nos muestra una promesa para el pueblo de Israel oprimido en Egipto y es la liberación de la dominación por parte de un gobierno impío que veía con desagrado la condición de la nación hebrea. 

Nosotros en medio del mundo podemos ser presionados por sus asuntos que nos impidan quitar el enfoque en los objetivos eternos, razón por la cual debemos invocar al Padre Celestial para que impida que caíamos en condición de siervos mundanales y nuestro servicio sea para nuestro Señor Jesucristo.

Quiero mostrar algunos versículos que confirman la ayuda que Dios nos proporciona así:

La fortaleza que nos da

Salmos 28:7:

“7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo;

En él confió mi corazón, y fui ayudado,

Por lo que se gozó mi corazón,

Y con mi cántico le alabaré.”

Nuestra liberación en medio de la necesidad

Salmos 40:17:

“Aunque afligido yo y necesitado,

Jehová pensará en mí.

Mi ayuda y mi libertador eres tú;

Dios mío, no te tardes.”

Su apoyo incondicional

Isaías 41:10:

“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia.”

Isaías 50:9:

“He aquí que Jehová el Señor me ayudará; ¿quién hay que me condene? He aquí que todos ellos se envejecerán como ropa de vestir, serán comidos por la polilla.”

No temer al mundo

Hechos 13:6:

“De manera que podemos decir confiadamente:
El Señor es mi ayudador; no temeré 
Lo que me pueda hacer el hombre.”

Jóvenes el mundo buscará que le sirvamos con trabajo fuerte sin embargo la promesa que tenemos en Dios es su ayuda para liberarnos de esa servidumbre con su fuerza y apoyo incondicional sin espacio para el temor.