jueves, 21 de agosto de 2014

UNA GRAN RESPONSABILIDAD

Esta noche de corazón quiero ofrecer disculpas por estas casi 4 semanas de ausencia en el blog. 3 jueves sin escribir y cada que pasaba uno de ellos de corazón me lamentaba. Responsabilidades ministeriales, familiares y una que otra laborales; fueron las “causantes” de estas semanas de silencio; pero finalmente acá estamos de nuevo.

Queremos agradecerles desde lo más profundo de nuestro corazón por acompañarnos el sábado y el domingo en lo que vivimos como iglesia. Para Sergio & Tila, Favito & Sofi, Laura y para mí; fue un día precioso que jamás olvidaremos. Palpar el amor de la iglesia y ver la mano de Dios sobre todo lo que sucedió; nos humilla y a la vez nos desafía a cumplir fielmente con el ministerio que El Señor Mismo nos ha encomendado. Gracias por sus oraciones y fidelidad en estos años en los que juntos hemos podido encontrar y disfrutar de la voluntad de Dios desarrollándose en nuestras vidas.  

Esta noche un pensamiento precisamente meditando en todo lo que como iglesia vivimos. En Malaquías 3 vemos algunos principios que debían regir a los sacerdotes de Israel a quienes es este mandamiento:

“Ahora, pues, oh sacerdotes, para vosotros es este mandamiento. Si no oyereis, y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras bendiciones; y aun las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón.  He aquí, yo os dañaré la sementera, y os echaré al rostro el estiércol, el estiércol de vuestros animales sacrificados, y seréis arrojados juntamente con él. Y sabréis que yo os envié este mandamiento, para que fuese mi pacto con Leví, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mi pacto con él fue de vida y de paz, las cuales cosas yo le di para que me temiera; y tuvo temor de mí, y delante de mi nombre estuvo humillado.   La ley de verdad estuvo en su boca, e iniquidad no fue hallada en sus labios; en paz y en justicia anduvo conmigo, y a muchos hizo apartar de la iniquidad. Porque los labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo buscará la ley; porque mensajero es de Jehová de los ejércitos.” – Malaquías 3:1-7.

Tan solo leer el texto estremece mi corazón. Que responsabilidad tan grande tenemos como sacerdotes del Dios altísimo.

Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación SANTA, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable” - 1 Pedro 2:9:

Pienso en pastores y líderes, pero a la vez aplico esto de manera devocional a cada creyente. Tenemos la responsabilidad y la comisión de cumplir de corazón con cada uno de estos mandamientos.

Oir la voz de Dios y decidir de corazón dar gloria a Su Nombre.

Temer a Dios, humillarnos delante de El, y estar llenos de su Espíritu Santo disfrutando de esa vida abundante y de Su Paz que sobrepasa todo entendimiento.

Guardar nuestro corazón, permitiendo que Su Palabra abunde en nosotros; y de esa manera lo que salga por nuestros labios nada tenga que ver con la iniquidad.

Pensando en el punto anterior, entender que nuestros labios están para guardar la sabiduría de Dios, ya que de los mismos las gentes van a buscar La Palabra Literal De Dios.

Qué responsabilidad tan grande. Honestamente me abruma pero a la vez me enfoca y desafía. Como hijos de Dios tenemos el llamamiento más importante que podamos recibir en esta vida. Un llamamiento que sin lugar a duda impacta en la eternidad.

Un abrazo y nos vemos mañana,

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Que fin de semana tan lindo. Nos gozamos con nusetros nuevos pastores. Dios los ha puesto.

Anónimo dijo...

Gracias por su entrega y dedicación. Ustedes son un ejemplo para los jóvenes que los seguimos.

Anónimo dijo...

Gracias a nuestra amada Iglesia por su constante preocupación por nuestro crecimiento. Los amo