Es triste ver día a
día como el mundo “cristiano” se engaña y es engañado, al no entender cuál es
nuestro papel de Embajadores, nuestro papel de SIERVOS de Dios. El Señor fue muy enfático con sus
seguidores al tratar el tema, veámoslo:
Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los
gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes
ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse
grande entre vosotros será vuestro servidor, y el que quiera ser el primero
entre vosotros será vuestro siervo; como el Hijo del Hombre no vino para ser
servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. - Mateo 20:25-28
Definitivamente es
necesario entender nuestro papel como SIERVOS del Señor, entregándolo todo, sin
esperar nada a cambio. Como siervos de Dios no tenemos porque seguir los
modelos del mundo, nuestra mira debe estar en SERVIR desinteresadamente, sin
esperar NADA a cambio.
Nuestra vida debe
estar bañada de humildad y de sinceridad, siguiendo el divino modelo del Señor
Jesucristo, entregando mi vida en pro de la salvación de las almas de los
hombres, sin esperar nada a cambio. Debemos entregarnos aún más a la Obra del
Señor, dispuestos a servir, dispuestos a darlo todo, sin refunfuñar, sin
orgullo, antes, con mucha humildad, con mucha sabiduría, con mucha sinceridad,
entendiendo que lo que está en juego son las ALMAS de los hombres.
Si verdaderamente quiero ser un SIERVO FIEL, debo acatar las
recomendaciones que Dios me da en este corto pasaje:
ü
Jamás debo
pensar en hacerme grande, antes por el contrario, cada día más humilde
ü
Cualquier cosa
que Dios me permita hacer debe pasar desapercibida ante los ojos de los hombres.
ü
En la Obra del
Señor no estamos para ser servidos, sino para servir
ü
Nuestro
servicio debe ser incondicional, sin esperar nada a cambio
ü
Debo entregar
mi vida por la salvación de las almas de los hombres
ü
Debo renunciar
a todos mis derechos, callar y actuar sabia y prudentemente
Dios nos enseña
hoy acerca de la HUMILDAD en el trabajo
para Dios, en Su Obra. ÉL es un Dios EJEMPLAR que a través de su Hijo
Jesucristo nos dio el EJEMPLO de suprema HUMILDAD, entregando su vida por los
demás.
Me impacta
sobremanera la comparación que hace entre los gobernantes y los verdaderos
siervos. No debemos enseñorearnos de los demás, sino servir y dar ejemplo de
humildad.
Es importante aplicar estos principios a nuestras vidas callando, sufriendo, agradando a Dios en TODO cuanto sea posible, no
dando la más mínima posibilidad de que se hable mal de mí, siendo MANSO y
HUMILDE de corazón. Ojalá estas palabras de Jesús retumben siempre en nuestras
mentes y en nuestros corazones:
Llevad mi yugo sobre
vosotros,
y aprended de mí, que soy manso
y humilde de corazón;
y hallaréis descanso para
vuestras almas - Mateo 11:29
1 comentario:
Gracias, que bueno recibir este alimento Bíblico :)
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