domingo, 10 de noviembre de 2013

SERÁ QUE... ¿ME ARREPENTÍ DE VERDAD?




Buenas noches, una pregunta para comenzar ¿cómo se si de verdad me arrepentí de mi pecado?





El libro de Isaías dice:

"Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo;
aprended a hacer el bien; buscad el juicio, restituid al agraviado, haced justicia al huérfano, amparad a la viuda". Isaías 1:16-17

Este versículo nos ayuda a entender que un arrepentimiento genuino traerá como consecuencia un cambio de conductas. Si no hay cambio, no hubo arrepentimiento, es muy claro.
Ocho cosas deben acompañar nuestra confesión de corazón hacia Dios:

1. Lavaos y limpiaos: Esta limpieza solo la da la sangre de Cristo, si de verdad me arrepentí de corazón, también entiendo que solo la sangre del hijo de Dios puede limpiar cualquier pecado en mi vida. "pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado". I Juan 1:7

2. Quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos  Dios espera que de una vez por todas, quitemos ese pecado repetitivo de nuestras vidas. "No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará". Gálatas 6:7

3. Dejad de hacer lo malo: estos verbos nos ayudan a entender que constantemente podemos estar practicando el mal, lo opuesto sería: "ya no hago el mal" y deja abierta la puerta a la siguiente cualidad que debe acompañar un arrepentimiento genuino. "Sabemos que todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca". I Juan 5:18

4. Aprended a hacer el bien: lamentablemente la maldad esta ligada a nuestro corazón y hacer el bien debe ser una constante, necesitamos instruirnos y capacitarnos para hacer el bien a diferencia del mal con el cual luchamos, ya que nos acompaña. Debemos ejercitarnos en hacer el bien.

5. Buscad el juicio: Debemos siempre amar la justicia, como Dios la ama, siempre debemos buscar estar haciendo las cosas equitativamente, dando y recibiendo lo justo, aunque Dios y su misericordia siempre se verán por su amor.

6. Restituir al agraviado: Debemos apoyar, ayudar a enmendar cualquier daño causado a alguien que ha sido lastimado, apoyar al hermano y al prójimo cuando necesite ayuda para enmendar algo que lo necesite rápido.

7. Hacer justicia al huérfano: Ahora mi arrepentimiento debe mostrar un deseo por ayudar a los más necesitados como los huérfanos, muy importantes para Dios, este grupo de personas que no tienen compañía permanente de sus padres, por lo tanto falta dirección y ayuda en sus vidas. ¿Ya visitaste a un huérfano? ¿debes volver a hacerlo?. Dios nos pide esto.

8. Amparad a la viuda: Debemos cuidar, proteger, sostener a esas mujeres que son viudas, que no cuentan con el apoyo de un hombre que las cuide y sustente, ellas necesitan mucho cuidado, honor y tolerancia de nuestra parte. Esto, como hemos aprendido, es con mucho cuidado y prudencia de parte de los hombres para no dar lugar a tentaciones. Siempre debemos acompañarnos de una mujer al abordarlas. "La religión pura y sin mácula delante de Dios el Padre es esta: Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo". Santiago 1:27 

Si hay un arrepentimiento genuino y un querer cambiar de verdad, mira lo que continua:

"Venid luego, dice Jehová, y estemos a cuenta: si vuestros pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana.
Si quisiereis y oyereis, comeréis el bien de la tierra;
si no quisiereis y fuereis rebeldes, seréis consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho". Isaías 1: 18-19

Recordemos, si no hay cambio, no hubo arrepentimiento.

Un abrazo!!

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