Vamos a mirar algunos aspectos que se desprenden
de estos pasajes:
La carnalidad lleva al pecado
Herodes tenía una esposa legítima, la hija de
Aretas IV rey nabateo, a la cual repudió por casarse con Herodías la esposa de
su hermano Felipe como se describe en Marcos 6:17: “Porque el mismo Herodes
había enviado y prendido a Juan, y le había encadenado en la cárcel por causa
de Herodías, mujer de Felipe su hermano; pues la había tomado por mujer.”
Un hombre justo señala el pecado
Juan El Bautista un verdadero hombre de DIOS hacía
caer en cuenta a Herodes de su error como se detalla en Marcos 6:18: “Porque
Juan decía a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano.”
El pecador rechaza el señalamiento de su pecado
Tanto Herodías como Herodes conocían los errores
de su pecado con actitudes sustancialmente diferentes frente a Juan el
Bautista, veamos las correspondientes narraciones bíblicas:
La actitud de Herodías
Marcos 6:19: “Pero Herodías le acechaba, y deseaba
matarle, y no podía;…”
La actitud de Herodes
Marcos 6:20: “… porque Herodes temía a Juan,
sabiendo que era varón justo y santo, y le guardaba a salvo; y oyéndole, se
quedaba muy perplejo, pero le escuchaba de buena gana.”
La insensatez
Como vimos anteriormente Herodes temía a Juan, sabía
que era un hombre justo y santo, le protegía, y le escuchaba, sin embargo esta
actitud cambio drásticamente con una impresionante demostración de insensatez.
En la celebración de su cumpleaños, ofreció una cena a sus príncipes y tribunos
y a los principales de Galilea, en medio de la fiesta la hija de Herodías, bailó
para él y fue tal el agrado que embestido de las calidades de rey hizo un
ofrecimiento irracional bajo la gravedad de juramento a su hijastra como está
explícitamente descrito en Marcos 6:23: “Y le juró: Todo lo que me pidas te
daré, hasta la mitad de mi reino.”
La consecuencia fatal
La hija de Herodías preguntó a su madre que pedir
y Herodías que deseaba la muerte de Juan El Bautista le aconsejó el asesinato
de este hombre justo y santo, miremos las palabras de la hija de Herodías
narradas en Marcos 6:25: “Entonces ella entró prontamente al rey, y pidió
diciendo: Quiero que ahora mismo me des en un plato la cabeza de Juan el
Bautista.”.
Cuando Herodes se dio cuenta de su estúpido
ofrecimiento no se pudo retractar y sentenció el sacrificio de Juan El
Bautista, observemos lo evidenciado en las Escrituras, Marcos 6:26-27 “Y el rey
se entristeció mucho; pero a causa del juramento, y de los que estaban con él a
la mesa, no quiso desecharla. Y en seguida el rey, enviando a uno de la
guardia, mandó que fuese traída la cabeza de Juan.
Finalmente la insensatez fue consumada como se
establece en Marcos 6:28: “El guarda fue, le decapitó en la cárcel, y trajo su
cabeza en un plato y la dio a la muchacha, y la muchacha la dio a su madre.”
Jóvenes la carnalidad nos puede llevar a cometer
pecados; sí somos señalados por pecar nuestra actitud debe ser de temor a DIOS, por ello no debemos rechazar el señalamiento del pecado y actuar
insensatamente desencadenando más conductas pecaminosas.
Finalmente como en el caso de Herodes podemos
vernos presionados por haber afirmado algo o por sentirnos coaccionados por
algún hombre o mujer a hacer alguna cosa que no es agradable al SEÑOR, si llega
el caso es preferible retractarnos o quedar mal a la persona que nos presiona y
no caer en el pecado.
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