DEUTERONOMIO
8:1-2
“Cuidaréis
de poner por obra todo mandamiento que yo os ordeno hoy, para que viváis, y
seáis multiplicados, y entréis y poseáis la tierra que Jehová prometió con
juramento a vuestros padres.
Y
te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos
cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que
había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos”
Buenas
noches, en mi devocional diario el Señor me mostraba en su palabra esta porción
sorprendente en la que Moisés le recuerda al pueblo de Israel que van a pasar a
poseer la buena tierra que Dios les había prometido, sin antes que el pueblo
reflexione en todo lo que han vivido desde su salida de Egipto hasta el lugar
donde se encuentran (antes de pasar a tomar la tierra que Dios les dará)
El
versículo 2 fue el que más me llamó la atención. Este versículo me traslado a
un viaje o a un recuento de cómo ha sido mi vida desde que conocí al Señor y de
las pruebas y aflicciones que he tenido, siempre con el propósito de ver la
poderosa mano de Dios obrando en mi vida.
"Y
te acordarás de todo el camino por donde te ha traído Jehová tu Dios estos
cuarenta años en el desierto" No siempre recuerdo todo el camino (poco o mucho,
puede aplicar para todos) por el que me ha traído Dios, hasta este momento
específico en mi vida, un recuento de su mano poderosa, su perdón, su
manifestación de amor, nuevos propósitos, todo nuevo… una nueva criatura. Te animo
a que medites en ese camino por el que Dios te ha traído hasta este momento
específico en tu vida!
"para
afligirte, para probarte" Esto me recordaba que el Señor nos prueba, nos
aflige, y cómo en medio de esos momentos difíciles es cuando su mano poderosa
es la que puede tendernos la salida y nuestra única opción.
"para
saber lo que había en tu corazón, si habías de guardar o no sus mandamientos" Esa
prueba y aflicción va a mostrar lo que hay en mi corazón y va a llevarme a
tomar dos caminos en medio de la dificultad: una obediencia o desobediencia a
Dios. Tremendo, lo escribo con temor y le oro al Señor para que me ayude a
permanecer fiel en esos momentos difíciles.
En los
siguientes versículos (te animo que los leas) nos sigue mostrando las
manifestaciones del poder de Dios y de la misericordia con su pueblo, milagro
tras milagro con el propósito de que le teman más y más. También narra, los
arroyos y manantiales que tendrán en esa tierra que prometió.
Esa
prueba y aflicción tiene un propósito, recordarnos nuestra dependencia hacia
Dios y revela el resultado de un Dios que nos ama mucho:
DEUTERONOMIO
8:26 “que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían
conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien”
Un abrazo.
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