Prosiguiendo
en la lectura de Malaquías llegamos al siguiente versículo.
Malaquías 2:7
“Porque los
labios del sacerdote han de guardar la sabiduría, y de su boca el pueblo
buscará la ley; porque mensajero es de
Jehová de los ejércitos.”
Un pasaje
que podemos aplicar hoy perfectamente como Iglesia
Recordemos
la Gran Comisión.
Mateo 28:18-20
“Y Jesús se
acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la
tierra. Por tanto, id, y haced discípulos
a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y
del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado;
y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén.”
Somos los
encargados de llevar el mensaje más hermoso a la humanidad, el del Evangelio de
nuestro Señor Jesucristo.
I de
Corintios 15:1-4
“Además os declaro, hermanos, el evangelio que os
he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por
el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si
no creísteis en vano. Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo
recibí: Que Cristo murió por nuestros
pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al
tercer día, conforme a las Escrituras;”
Después de
recibir las buenas nuevas de la Salvación, como sacerdotes de Dios es nuestro
deber llevar el mensaje de la Salvación al mundo perdido.
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