martes, 13 de marzo de 2012

LA AFLICCIÓN ES BUENA

Hermanos, a continuación les comparto una enseñanza que he estado meditando, producto de realizar un estudio continuo del Salmo 119, apoyado primeramente en la Palabra de Dios y además en el discipulado actual que recibo de unos estudios del Pastor Jeff Adams y de sus estudios del Salmo 119.
Al respecto quiero compartirles una enseñanza del Salmo 119 versículo 71 “Bueno me es haber sido humillado, Para que aprenda tus estatutos”. En esta porción de la Biblia, Dios nos enseña dos cosas importantes respecto a la aflicción:

1. LA AFLICCIÓN ES BUENA: El rey David, un hombre conforme al corazón de Dios, tenía claro el principio de que la aflicción forma parte del plan de Dios para nuestras vidas. Adicionalmente David reconocía que la aflicción era buena, es decir, cuando él estaba en aflicción lo primero que tenía presente es que Dios tenía un “buen propósito” con la aflicción. A diferencia de otras personas, David no se enfocaba en la aflicción como algo negativo, ni como una razón para dudar de Dios ni como una razón para echarle la culpa a Dios.

Dios no tiene la culpa de la aflicción. En la escuela de entrenamiento para el liderazgo, Dios nos enseñaba y recordaba a través del estudio de La Palabra de Dios, el fundamento bíblico de que todos los problemas del mundo, no son culpa de Dios, sino del pecado de la humanidad, ya sea un pecado directo o indirecto. La enfermedad, los problemas mentales, la violencia, la ausencia de paz en el mundo, las guerras, las envidias, los celos, enemistades, la fornicación, los niños de la calle, etc…. todos los problemas del hombre son a causa del pecado… Lo alentador del asunto es que todos los problemas tienen solución en el Señor Jesucristo como Señor y Salvador y en la Palabra de Dios.

Todos los problemas conducen a la aflicción del alma del hombre, a sentir tristeza, frustración, ansiedad… Si somos creyentes, Dios nos disciplinará si estamos en pecado y esto nos conducirá a la aflicción, o simplemente puede ser que Dios permita la aflicción aun andando en santidad. Además de tener clara la fuente de la aflicción, mucho más importante es conducirnos en medio de la aflicción a buscar la solución en la Palabra de Dios, para apartarnos del pecado, restaurarnos o saber cómo soportar la prueba.

2. ANTE LA AFLICCIÓN, DEBEMOS CONDUCIRNOS A LA PALABRA DE DIOS: Notemos que en el versículo, David además de reconocer que la aflicción es buena, reconoce que debe conducirse a la Palabra de Dios, a aprender sus estatutos.

Hermanos, jóvenes, la aflicción forma parte del plan de Dios para nuestras vidas. ¿Cómo aprenderemos a perdonar si nadie nunca nos traiciona? ¿Cómo aprenderemos a ver la provisión de Dios si nunca padecemos necesidades económicas? ¿Cómo entenderemos el poder de Dios para sanar si nunca padecemos una enfermedad? ¿Cómo entenderemos el poder de Dios para enderezar nuestro camino si en alguna ocasión no caemos?

Que tengas un día lleno del Señor!!

2 comentarios:

Anónimo dijo...

:( / :)

Anónimo dijo...

Como en tiempos de afliccion es la mejor manera de buscar a Dios?