Lucas 4:18-23: “El Espíritu del Señor está sobre mí, Por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; Me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; A pregonar libertad a los cautivos, Y vista a los ciegos; A poner en libertad a los oprimidos; A predicar el año agradable del Señor. Y enrollando el libro, lo dio al ministro, y se sentó; y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él. Y comenzó a decirles: Hoy se ha cumplido esta Escritura delante de vosotros. Y todos daban buen testimonio de él, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca, y decían: ¿No es éste el hijo de José?”
Jóvenes, cuando Dios me enseñó este pasaje de su Palabra, meditaba en la necesidad de seguir el ejemplo del Señor Jesús, para imitarlo en el cumplimiento de su Palabra en el tiempo presente de nuestra vida y ser así testimonio de ella con nuestra persona ante el mundo, una persona que refleje la persona de Jesús viviendo en nosotros. Todos los ojos están fijos sobre nosotros, así como pasó con Jesús.
En este pasaje Jesús se para en la autoridad de la Palabra de Dios y con la evidencia de vivir la Palabra, le de vida a la Palabra, da evidencia con su vida de que Él es el ungido enviado por su Padre y da evidencia del propósito y plan de Dios para su vida, hace realidad la Palabra ante los ojos de los hombres (biblia andante). Jesús puede citar la escritura y decir que la ha cumplido. Es la única forma de ser buenos mayordomos de la autoridad y la Palabra de Dios como cristianos, estar parados en su Palabra y vivirla (Salmo 1:1-3).
Al estar parados en la Palabra de Dios, encontraremos la verdadera Prosperidad de la vida. Estudiando el libro de Esdras, aprendí que el verdadero significado bíblico de la prosperidad, no tiene que ver con lo que dice el diccionario o el mundo sobre esta condición (no es casa, carro y beca). Prosperidad a la manera de Dios, a la manera correcta y verdadera, tiene que ver con vivir una vida conforme la Palabra de Dios, una vida que agrada a Dios (Josué 1:8, 2ª Crónicas 20:20).
Es el desafío jóvenes, a vivir una vida que agrade a Dios, siguiendo el ejemplo de Jesús, quien vivió la Palabra de Dios y dio testimonio PRESENTE. Cada día lleguemos ante su presencia para morir a nosotros y permitir que El viva en nosotros (Gálatas 2:20).
Que tengas un día lleno del Señor!!
1 comentario:
Gracias a Dios!!
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