Salmo 56:3 - En el día que temo; yo en TÍ confio.
Es natural que ante diversas situaciones en nuestras vidas, nuestros pensamientos y nuestros corazones sean inundados de alguna clase de temor. Somos seres humanos, y esa condición por si misma nos hace demasiado frágiles.
Gracias a Dios le tenemos a Él como nuestro Padre y tenemos la certeza absoluta de su cuidado.
Te confieso que esta mañana tengo un temor enorme inundando lo más profundo de mi ser, pero meditando en este pasaje veo una única salida. Confiar en Mi Dios.
Gracias Señor por tu fidelidad en medio de las pruebas que Tú mismo permites en nuestra vida.
Un abrazo y nos vemos mañana,
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