No me malentiendas. En ningún momento he contemplado siquiera la posibilidad de atentar contra mi propia vida, pero si he sentido momentos de aflicción profunda en los cuales he deseado el cielo más que en ninguna otra ocasión.
En medio de este estado del alma, el Señor me recordó este pasaje en Santiago 5:13…
¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante alabanzas.
La solución para estos momentos de aflicción es una sola. No hay psicólogo que valga, no hay pastillas que causen efecto, no hay salida diferente a la que nos enseña el pasaje. Si estas afligido entonces que hagas oración.
Es sorprendente y cautivante la forma como nuestro Dios nos levanta y restaura. Esta noche, encerrado en mi habitación; recordé este pasaje y de rodillas caí ante el Señor entregándole todas y cada una de mis cargas a Él. Mi corazón se estremeció ante su palabra, El mismo se encargó de llenar mis pensamientos de SU paz y ahora puedo irme a dormir tranquilo porque sé quién es el que cuida de nosotros.
Ahora puedo cantar alabanzas a causa de la alegría que Él ha puesto en mi corazón.
Si te encuentras afligido haz oración. De seguro Dios convertirá esa aflicción en alegría y entonces podrás cantar alabanzas.
Nos vemos mañana,
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