lunes, 2 de mayo de 2011

LOS DONES ESPIRITUALES


El sábado Dios me permitió enseñar a los Jóvenes de “A salvo”, (Romanos 12:4-8), como parte de una serie de enseñanzas, basadas en Romanos 12 y 13. Y estuvimos hablando con los jóvenes sobre dones, e incluso hicimos un ejercicio, que nos puede servir como señal, para descubrir ese don, que Dios te da para ofrecerlo a Él y a tus hermanos.
(Romanos 12:6-8) “De manera que, teniendo diferentes dones, según la gracia que nos es dada, si el de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir; o el que enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría”.
Primero que todo, te cuento que un don es una aptitud impartida por el espíritu santo que te capacita para desempeñar el servicio particular que Dios te pide”. En otras palabras es “La herramienta que Dios nos da para hacer el trabajo que él nos asigna”. Ahora, debemos tener muy claro que un don, es diferente a un talento. Un talento es una habilidad especial que yo puedo tener para algo, pero que necesariamente no es mi don. Sin embargo también es bueno poner al servicio de Dios nuestros talentos.
Ahora, en esta porción Pablo cita 7 de los más de 20 dones que se mencionan en diferentes pasajes de la Biblia, y quiero compartir en esta entrada sobre los primeros 3 y en 8 días sobre los 4 restantes:
1. Profecía.
Tiene que ver con la proclamación pública de la palabra de Dios. Es el también llamado don de la predicación.
(I Corintios 14:3) “Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación”
Un hombre que tiene el don de la profecía, en cada predicación de la Biblia, cumple cabalmente esas tres condiciones, edifica, exhorta y consuela a los oyentes.
2. Servicio.
Este don tiene que ver con entregarse a otros para cuidarles, amarles, apoyarles y trabajar para ellos.
(Filipenses 2: 2:3-4) “Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo; no mirando cada uno por lo suyo propio, sino cada cual también por lo de los otros”
Una persona con el don del servicio, no hace nada para que se lo reconozcan, hace todo con humildad, considera a los demás como superiores a el mismo, y su máxima preocupación no es el bienestar propio, si no es de los demás. Si tú tienes estas características, tal vez tu don sea el del servicio.
3. Enseñanza.
Y este don de la enseñanza, tiene que ver con esa capacidad de comprender, ordenar y presentar las verdades bíblicas, de modo tal que se establezca una buena doctrina en los que reciben la enseñanza. En otras palabras es ser un buen maestro y ojo, porque no debe confundirse con el don de la profecía.
Saben que en la Biblia afortunadamente tenemos el ejemplo del mejor maestro que jamás haya pisado la tierra, Jesucristo. Refiriéndose a Jesucristo, (Marcos 1:22) dice que la gente, “Se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas”
Y en este versículo hay dos cualidades fundamentales que debe tener un buen maestro. Primero tener autoridad y esta autoridad se la da una vida irreprensible, un buen testimonio ante el mundo, y segundo, debe ser un cuidador de la doctrina. Debemos transmitir la sana doctrina de Dios, de manera que nuestros discípulos se admiren de ella.

Para terminar hoy te pregunto. ¿Te sintes identificado con alguno de estos dones?

Un abrazo....

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