ISAÍAS 44:4-5 “He aquí que yo lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. He aquí, llamarás a gente que no conociste, y gentes que no te conocieron correrán a ti, por causa de Jehová tu Dios, y del Santo de Israel que te ha honrado”.
El pasado sábado y domingo 21 y 22 de mayo, Dios nos permitió la oportunidad de viajar a la obra de Cali. Este fue un tiempo de gran bendición para nosotros porque conocíamos la obra de Cali por la oración y los informes pero no habíamos tenido la oportunidad de ir y compartir con cada creyente el discipulado. Ver a cada creyente y lo que Dios hace en sus vidas nos desafía a seguir a Cristo.
Conocí a Ruben, un hombre muy especial quien pese a su enfermedad es ejemplo de lo que es ser un discípulo del Señor. Lleva su cuaderno impecable de notas de sus citas diarias, memoriza perfectamente los versículos, participa activamente leyendo la Biblia, se esfuerza con su escritura, despacio y con buena letra, llenando cada tarea. Mientras escribía y llenaba el bosquejo de la lección, él me decía “ahora que llegue a la casa, vuelvo a pasar los apuntes porque me quedaron un poco torcidos” (él decía esto a pesar de que su letra es impecable)…
A manera de anécdota, mientras revisábamos con Rubén Apocalipsis 3:20, para hacerlo más ilustrativo, yo tocaba la mesa como cuando alguien toca a la puerta… mientras tanto mi amada esposa estaba en la lección con Lucy (tía de Rubén)… de pronto, Sarita salió caminando rápidamente a abrir la puerta de la habitación donde estábamos pensando que alguien realmente tocaba a la puerta… fue muy chistoso… nos reímos todos de esto… fue una anécdota muy especial…
Igualmente compartimos el sábado un tiempo con los jóvenes. Dios usó a Jaime Andrés un joven bien especial compartiéndonos sobre Timoteo y las aplicaciones para los jóvenes. Es un equipo muy especial (9 jóvenes asistieron), con gran potencial y amor por el Señor.
Todos los estudios fueron de gran bendición. Hay creyentes de gran calidad en la obra de Cali. Todo el sábado y domingo estuvimos sumergidos estudiando la Biblia con los creyentes en cada cita. Al final de la tarde del domingo Dios nos dio un tiempo con los creyentes maduros de la obra. Almorzamos con la familia Escobar un delicioso sancocho valluno. Compartimos la Palabra y don Hermes nos compartió su tremendo testimonio y el milagro de Dios en su vida glorificándolo en la sanación de su enfermedad.
Jóvenes les animo para seguir orando por las obras de todo Colombia.
Igualmente porque Dios confirme los misioneros que saldrán al campo en los próximos años bajo su guía y protección. Colombia necesita de Cristo
Que tengas un día lleno del Señor!!
1 comentario:
QUE BUENA EXPERIENCIA EN CRISTO!
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