lunes, 15 de noviembre de 2010

LA ADICCIÓN AL DINERO


El sábado por la tarde, y continuando con una serie de enseñanzas sobre las adicciones, tuve la oportunidad de enseñarle a los jóvenes del ministerio sobre la adicción al dinero, basado en (1 Timoteo 6:6-10), y Dios me mostro 3 puntos muy sencillos que quiero compartirles:

1. INSATISFACCIÓN (V. 6-8).

(1 Timoteo 6:6-8) “Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento; porque nada hemos traído a este mundo, y sin duda nada podremos sacar. Así que, teniendo sustento y abrigo, estemos contentos con esto.

Contentamiento es satisfacción, gozo, alegría, y en estos versículos Dios nos dice que con que tengamos sustento, es decir alimento para vivir y abrigo, es decir ropa para vestirnos, debemos estar satisfechos, debemos estar felices. Sin embargo Dios sabe que el hombre por naturaleza siempre esta insatisfecho con lo que tiene, y por eso lo primero que nos pide es que tengamos contentamiento con lo que tenemos, con lo que el nos da.

Saben que la Biblia dice que no hay cosa más rica en la vida que estar contento con lo que se tiene. (Proverbios 15:15) “Todos los días del afligido son difíciles; mas el de corazón contento tiene un banquete continuo”
La adicción al dinero comienza por ahí. No hay contentamiento. Nuestros ojos nunca se satisfacen.

2. CODICIA (V.9)

(1 Timoteo 6:9) “Porque los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo, y en muchas codicias necias y dañosas, que hunden a los hombres en destrucción y perdición”

La codicia, es el resultado de esa inconformidad en la vida del hombre, de ese no estar contento con lo que tiene. La codicia la define el diccionario como el “deseo o petito ansioso y excesivo de bienes y riquezas”. Codicia es anhelar desmedidamente tener dinero y bienes materiales. Codiciar es tener dicción por el dinero, y el pasaje de Timoteo dice que los que quieren enriquecerse, caen en codicias necias y dañosas.

Ahora el sistema mundial de hoy en día, tiene convencido a las personas de que la vida consiste en hacer plata, de que el éxito solo lo tienen los que tienen dinero y no creen lo que Dios dice en su palabra con toda claridad,

(Lucas 12:15) “Y les dijo: Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee”

Además el hombre que codicia riqueza, la quiere de forma fácil y rápida, y si tú eres hijo de Dios y has pensado en enriquecerte de esta manera, te tengo una mala noticia:

(2 Timoteo 2:6) “El labrador, para participar de los frutos, debe trabajar primero”.

Si un día Dios te bendice con mucho dinero, será como producto del sudor de tu frente y no por haberte ganado una lotería o el baloto.

3. DOLOR (V.10).

(1 Timoteo 6:10) “Porque raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores”
La insatisfacción, trae como consecuencia la codicia y el resultado de todo eso, con toda seguridad es dolor.

(Eclesiastés 5:10) “El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad”
El que ama el dinero y tiene adicción por el, irremediablemente termina mal y no estoy diciendo que tener dinero es malo o que los que tienen dinero acabarán mal, sino aquellos que aman el dinero y confían en sus riquezas, más que en Dios.
(Proverbios 11:28) “El que confía en sus riquezas caerá; Mas los justos reverdecerán como ramas”.

Jóvenes la exhortación final es a que apreciemos el dinero en su justa dimensión. Que bueno si lo tenemos, que bueno usarlo bien, que bueno ganarlo con el sudor de la frente, pero si no lo tenemos, no pasa nada, Dios nos garantiza sustento y abrigo y eso debe ser suficiente para estar felices.

(Eclesiastés 2:10-11) “No negué a mis ojos ninguna cosa que desearan, ni aparté mi corazón de placer alguno, porque mi corazón gozó de todo mi trabajo; y esta fue mi parte de toda mi faena. Miré yo luego todas las obras que habían hecho mis manos, y el trabajo que tomé para hacerlas; y he aquí, todo era vanidad y aflicción de espíritu, y sin provecho debajo del sol”
El hombre más adinerado que jamás haya existido, el rey Salomón, concluye que el mucho tener y el mucho gastar es “vanidad y aflicción de espíritu y sin provecho debajo del sol”.

Un abrazo……

1 comentario:

B. Saky dijo...

hola buenas.. no soy muy seguidora de este tipo de páginas, y de hecho he llegado aquí por casualidad.. pero me gustaría saber cómo puede darse uno cuenta de que otra persona es adicta al dinero; cuáles deberían ser sus actos?.. puede contestar directamente en mi blog si así lo prefiere. saludos, y gracias de antemano.