Ayer, Dios me dio la oportunidad de enseñarle a la iglesia acerca del diezmo, uno de los temas más controversiales que rodean el Cristianismo, y quiero dejarles las principales ideas que Dios me permitió compartir.
1. El Diezmo es una obligación.
El diezmar es un mandamiento. En muchas ocasiones hemos escuchado que la Biblia tiene mas de 3.000 mandamientos, entre los que están no fornicar, no decir mentiras, no ser iracundos, honrar a los papás, Etc., pero también uno de esos más de 3.000 mandamientos es el de diezmar a Dios.
(Deuteronomio 14:22) “Indefectiblemente diezmarás todo el producto del grano que rindiere tu campo cada año”
Ahora el diezmo es dar a Dios el 10% de todo lo que el nos prospera. Más claro, es dar a Dios el 10% de todo el dinero que Dios permite que llegue a nuestras manos, para subsistir, para vivir, para nuestros gastos. Y al comenzar el versículo 22 de Deuteronomio 14, hay una palabra muy importante, “indefectiblemente”, que según el diccionario quiere decir “que no puede faltar o dejar de ser”, o sea que es algo que no admite excepción o excusa.
(Malaquías 3:8) ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.
Alguien dijo algún día, “El diezmo no es darle a Dios el 10% de lo de nosotros, sino es tomar el 90% de lo que es de Dios”. El diezmo es devolverle a Dios el 10% que es suyo, de todo lo que nos da. Por eso si no lo hacemos lo estamos robando, por que nos estamos quedando con lo que es de El.
2. El diezmo es una decisión.
El diezmar es una decisión. Y es una decisión que viene como consecuencia, de otra decisión, la de entregarnos primeramente al señor. Dios antes que tus recursos, quiere tu vida y por eso esto del diezmo a los inconversos les parece locura.
Pablo el apóstol, hablando de las ofrendas que daban los de las iglesias de Macedonia dice: (2 Corintios 8:5). “Y no como lo esperábamos, sino que a sí mismos se dieron primeramente al Señor, y luego a nosotros por la voluntad de Dios”.
Cuando entendemos que nuestra vida pertenece a El, que lo que tenemos y lo que somos es gracias a El, Seguro, que no vamos a tener ningún problema en darle a Dios de nuestros recursos lo que sea necesario.
3. El diezmo es una bendición.
Proverbios 3:9-10) “Honra a Jehová con tus bienes, Y con las primicias de todos tus frutos; Y serán llenos tus graneros con abundancia, Y tus lagares rebosarán de mosto.”
¿Crees en esto? ¿Crees que esta promesa se hará realidad en tu vida? ¿Crees que si eres fiel con tu ofrenda para Dios, el llenará tus graneros con abundancia? Saben que el problema de algunos Cristianos con el ofrendar, no es de amor al dinero, ni de tacañería, ni de una vida llena de pecado, simplemente es un problema de falta de Fe. Pensamos, “con lo del diezmo completo para el arriendo, si doy lo del diezmo en la iglesia, después con que voy a pagar la luz y el agua”
Les confieso que en ocasiones esos pensamientos han cruzado por mi mente, pero en esos momentos recuerdo pasajes como (2 Corintios 9:8) ““Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo suficiente, abundéis para toda buena obra;”
Como no cumplirle a Dios, teniendo promesas como esta, Dios siempre me dará en todas las cosas lo suficiente. Tal vez no sobre, pero siempre habrá suficiente.
Por último, Dios te desafía a que lo pruebes. Dale el 10% que le pertenece a El y verás si no derrama bendición sobre ti hasta que sobreabunde.
(Malaquías 3:10) “Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.”
Espero jóvenes que esto te sirva para entender el privilegio que tenemos de honrar con nuestro dinero a Dios y si no lo estás haciendo para que empieces desde ya.
Un abrazo……
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