lunes, 26 de julio de 2010

LA VOLUNTAD DE DIOS


Creo que la frase “La voluntad de Dios”, es una de las que más mencionamos los creyentes, y en el discipulado aprendemos que la Voluntad de Dios es conformarnos a la imagen y semejanza de Jesucristo. Ahora esa sería la definición general, pero Dios en mis devocionales y a través de muchos pasajes me ha enseñado de manera mucho más específica, cual es su voluntad para sus hijos, y quiero compartirles algunos de esos pasajes:

1. (1 Tesalonicense 4:3) “Pues la voluntad de Dios es vuestra santificación”.

Y tiene que ver con la definición general. El máximo deseo de Dios es que seamos santos y vivamos una vida agradable a El, guiada por su palabra.

2. (1 Tesalonicense 5:18) “Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús”.

La voluntad de Dios, también es tener hijos agradecidos con cada bendición y aún con cada prueba que El permite en nuestras vidas. Tal vez la canción Cristiana que más me gusta se llama “cada mañana”, y dice “cada mañana al despertar y en las noche al descansar, agradezco tus bondades a mi vida, por todo lo que permites disfrutar”. Creo que explica muy bien que es ser agradecidos.

3. (1 Pedro 2:15) “Porque esta es la voluntad de Dios: que haciendo bien, hagáis callar la ignorancia de los hombres insensatos”

Dios también quiere que siempre hagamos el bien, y esto es consecuencia de andar santamente. Pero este versículo tiene una bonita promesa, haciendo el bien callamos a quienes nos quieren atacar.

Pero también Dios me enseño que a pesar de que hacer su voluntad es una tarea nada fácil, tiene unos beneficios tremendos:

1. Recibiremos la Promesa. (Hebreos 10:36) “porque os es necesaria la paciencia, para que habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa”.

2. Dios escucha nuestras oraciones. (1 Juan 5:14) “Y esta es la confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a su voluntad, él nos oye.

Creo que después de leer estas promesas vale la pena vivir conforme a la voluntad de Dios, y el desafío es llegar al punto del rey David, quien dice el (Salmo 40:8) “El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón”. David tenía la palabra de Dios en medio de su corazón y por eso se deleitaba haciendo la voluntad de Dios. Dejo un pasaje final que puede ser tu oración diaria si luchas con esta área:

(Salmo 143:10) “Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Tu buen espíritu me guíe a tierra de rectitud.

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