1 Corintios 11:1 - Sed imitadores de mí, así como yo de Cristo.
Creo que estás de acuerdo conmigo en cuanto a lo desafiante de este pasaje. El apóstol Pablo (Escritor en primera persona de este mandato) dirigiéndose a los Corintos les “lanza” este tremendo desafío.
En primer lugar les pide a estos creyentes que lo imiten a él; quien decía y efectivamente era (en segundo lugar), un imitador de Jesucristo.
No tengo idea de cuantos creyentes hoy en día alrededor del mundo podrían decir las mismas palabras mencionadas por el apóstol Pablo en 1 Corintios 11:1. Sin embargo me atrevo a afirmar que somos más lo creyentes que no lo podemos hacer, que los que con una autoridad y respaldo pleno si lo pueden decir.
¿Cómo es tu vida en el día de hoy? ¿Cómo es tu manera de hablar? ¿En que piensas frecuentemente? ¿Cómo es tu comportamiento en: Tu casa, tu barrio, tu iglesia, tu colegio, tu universidad, tu trabajo? ¿Cómo tratas a la gente? ¿A tu novio/a, esposo/a, Jefe, empleados, líderes, pastores, hermanos, suegro/a, etc? ¿Cómo estás en cuanto al fruto en tu vida? ¿Cómo es tu servicio para el Señor? ¿Qué tan serio e importante es tu compromiso con él? ¿Qué piensan y dicen los demás de ti?
¿Podrías decir a alguien más las palabras del Apóstol en 1 Corintios 11:1? Si es así, que nunca pierdas semejante privilegio. Si no lo es, que luches junto conmigo para lograr alcanzarlo algún día.
Nos vemos mañana,
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