Vamos
a revisar el siguiente pasaje de la Biblia en el que Dios nos habla sobre el
proceder incorrecto de los pastores en el Antiguo Testamento y como se
relaciona con la iglesia hoy. Revisemos esta porción de las Escrituras.
Ezequiel 34:7-10
“Por
tanto, pastores, oíd palabra de Jehová:
Vivo yo, ha dicho Jehová el Señor, que por cuanto mi rebaño fue para ser robado, y mis ovejas fueron para ser presa de todas las fieras del campo, sin pastor; ni mis pastores buscaron mis ovejas, sino que los pastores se apacentaron a sí mismos, y no apacentaron mis ovejas; por tanto, oh pastores, oíd palabra de
Jehová. Así ha dicho Jehová el Señor: He aquí, yo estoy contra los pastores; y demandaré mis ovejas de su mano, y les haré dejar de apacentar las ovejas; ni los pastores se apacentarán más a sí mismos, pues yo libraré mis ovejas de sus bocas, y no les serán más por comida.”
Ezequiel
nos enseña sobre las malas acciones de los pastores y el juicio de Dios contra ellos.
Las
malas acciones de los pastores:
·
Permitieron que rebaño fuera robado.
·
Sus ovejas fueron presa de todas
las fieras del campo.
·
No cumplieron su función de pastorear.
·
Cuando las ovejas fueron robadas no
las buscaron.
·
Antes que apacentar a las ovejas
se apacentaron a sí mismos.
La
respuesta del Señor:
·
Demandará las ovejas de sus manos.
·
Perderán el privilegio de apacentarlas.
·
No volverán a apacentarse más a
sí mismos.
·
Las librará de sus bocas y nunca
más les serán más por comida.
A
pesar de tratarse de un contexto netamente judío la realidad descrita por Dios
no se aleja de lo que sucede en la actualidad. Queremos reconocer que nuestra iglesia
local no encaja en este mal ejemplo, por el contrario, gozamos de un liderazgo comprometido
con la obra divina y que se preocupa por apacentarnos, alimentarnos y velar por
nuestro crecimiento.
Recordemos
la importancia de esta labor.
Isaías
40:10
“He
aquí que Jehová el Señor vendrá con
poder, y su brazo señoreará; he aquí que su recompensa viene con él, y su
paga delante de su rostro. Como pastor
apacentará su rebaño; en su brazo llevará los corderos, y en su seno los
llevará; pastoreará suavemente a las recién paridas.”
Es
la misma que ejercerá Jesús prontamente.
Efesios
4:11-16
“Y
él mismo constituyó a unos,
apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la
obra del ministerio, para la
edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de
la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de
la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes,
llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres
que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que
siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan
mutuamente, según la actividad propia de cada miembro, recibe su
crecimiento para ir edificándose en amor.”
Fueron
instituidos por Cristo.
Hechos
20:28
“Por
tanto, mirad por vosotros, y por todo el
rebaño en que el Espíritu Santo os ha puesto por obispos, para apacentar la
iglesia del Señor, la cual él ganó por su propia sangre.”
El
rebaño hoy es la misma Iglesia de Jesucristo.
I
de Pedro 5:4
“Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores,
vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria.”
Tiene
una recompensa eterna.
Jóvenes,
muchos inconversos viven una falsa fe y muchos creyentes son mal pastoreados,
demos gracias al Señor por nuestra iglesia. Conozcamos y mostremos la verdad,
reconozcamos y amemos a nuestros pastores y vivamos el verdadero amor de
hermanos.
Invitemos
a nuestros familiares y amigos a la Semana de Edificación.
Abrazos.
. M .
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