Seguimos caminando de la mano de
Dios por las palabras de Ezequiel. Este día nos centraremos en el siguiente
pasaje.
Ezequiel 6:1-6
“Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Hijo de
hombre, pon tu rostro hacia los montes de Israel, y profetiza contra ellos. Y
dirás: Montes de Israel, oíd palabra de Jehová el Señor: Así ha dicho Jehová el
Señor a los montes y a los collados, a los arroyos y a los valles: He aquí que
yo, yo haré venir sobre vosotros espada, y destruiré
vuestros lugares altos. Vuestros
altares serán asolados, y vuestras
imágenes del sol serán quebradas; y
haré que caigan vuestros muertos delante de vuestros ídolos. Y pondré los
cuerpos muertos de los hijos de Israel delante de sus ídolos, y vuestros huesos
esparciré en derredor de vuestros altares. Dondequiera que habitéis, serán
desiertas las ciudades, y los lugares
altos serán asolados, para que sean
asolados y se hagan desiertos vuestros altares; y vuestros ídolos serán
quebrados y acabarán, vuestras imágenes del sol serán destruidas, y vuestras
obras serán deshechas.”
Dios a través de Ezequiel manifiesta a su
Pueblo que vendrá la hora de la destrucción de los idolos y lugares paganos de
sacrificio. Una vez más Israel se constituye como ejemplo para nuestro andar
actual.
La
idolatría
Es la adoración a sujetos u objetos (ídolos)
que sustituyen a Dios. Incluía, entre muchas prácticas, la elaboración de
estatuas representativas, altares, ceremonias rituales, ofrendas y fiestas
extravagantes. Esta práctica se consideraba erradicada de Israel, sin embargo,
la realidad era otra.
Deuteronomio 4:15-19
“Guardad, pues, mucho vuestras almas; pues
ninguna figura visteis el día que Jehová habló con vosotros de en medio del
fuego; para que no os corrompáis y
hagáis para vosotros escultura, imagen de figura alguna, efigie de varón o
hembra, figura de animal alguno que está en la tierra, figura de ave alguna
alada que vuele por el aire, figura de ningún animal que se arrastre sobre la
tierra, figura de pez alguno que haya en el agua debajo de la tierra. No sea
que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y todo
el ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas;
porque Jehová tu Dios los ha concedido a todos los pueblos debajo de todos los
cielos.
La idolatría siempre fue prohibida por Dios y
para nosotros como en el caso de Israel, no caer en ella es una demanda derivada
de nuestra calidad de hijos.
Los
sustitutos de Dios
Hoy después de gozar del privilegio de la
Salvación a través de nuestra profesión de fe en Jesús pueden seguir existiendo
sustitutos de Dios que desvían nuestra legitima adoración a Él, y nos llevan a
confiar y depender de otras fuentes ilegitimas y paganas.
Levítico 19:4
“No os
volveréis a los ídolos, ni haréis para vosotros dioses de fundición. Yo
Jehová vuestro Dios.”
Lamentablemente la presencia de objetos o
personas que tomen el papel que Dios cumple en nuestras vidas es una
posibilidad real acorde con la Palabra de Dios.
La
destrucción de los ídolos
Después de conocer a Jesús es nuestra
obligación replantear qué o quién ocupa el primer lugar en nuestras vidas.
I de Tesalonicenses 1:9
“… porque ellos mismos cuentan de nosotros la
manera en que nos recibisteis, y cómo os
convertisteis de los ídolos a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero,”
I de Juan 5:21
“Hijitos,
guardaos de los ídolos. Amén.”
Podemos resumir en una frase nuestro andar
cristiano acorde con el pasaje estudiado hoy así: Primero Dios.
Jóvenes, entendamos el significado de la
idolatría, saquemos una lista de los ídolos que se interponen entre nosotros y
el Señor, luego pongámoslos en su debido lugar exaltando a nuestro Señor.
Vivamos el siguiente par de versículos contenidos
en Eclesiastés 3:1/3: " Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo
del cielo tiene su hora. … tiempo de
matar, y tiempo de curar; tiempo de
destruir, y tiempo de edificar; ".
Hoy puede ser el primer día en nuestras vidas
para comenzar a destruir lo que pretende sustituir a Dios.
Abrazos
fuertes para todos.
. M .
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