Dios nos exhorta a
confiar en Él, a actuar de acuerdo a sus mandamientos, pero ello implica mucha
sabiduría, la SABIDURIA que viene de Dios. Veamos:
5Y si alguno de vosotros tiene falta
de sabiduría, pídala a Dios,
el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 6Pero
pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la
onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
7No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa
alguna del Señor. 8El hombre de doble ánimo es
inconstante en todos sus caminos. 9El hermano que es de humilde condición, gloríese en su
exaltación; 10pero el que es rico, en su humillación; porque él
pasará como la flor de la hierba. 11Porque cuando sale el sol con
calor abrasador, la hierba se seca,
su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se
marchitará el rico en todas sus empresas. - Santiago 1:5-11
Esa Sabiduría que
viene de Dios, debemos pedírsela directamente a ÉL, entendiendo que es parte de
su Voluntad que seamos sabios, que lo conozcamos a ÉL, que entendamos y vivamos
cada uno de sus mandamientos.
Siendo ÉL la fuente
de TODA la sabiduría debemos clamar a ÉL para que nos dé de Su Sabiduría, y Él
nos promete que nos la dará abundantemente y sin reproche. Es necesario que
nuestras peticiones vayan acompañadas de MUCHA FE, sin dudar absolutamente nada en cuanto a que Dios nos
dará lo que le pidamos de acuerdo a Su Voluntad y con un corazón limpio.
Si andamos dudando,
dejándonos arrastrar de un lado a otro, no vamos a recibir nada de nuestro
Padre. Nuestra oración debe ser MUY sincera y con plena certidumbre de FE, con
la certeza de que recibiremos lo que esperamos, convencidos de que Dios nos
dará las cosas que nos promete aunque no las veamos ya.
Así que es necesario
confiar en Dios en estos momentos de dificultad entendiendo que nuestra humilde
condición es mucho más valiosa ante los ojos de Dios que la condición de
riquezas y abundancia. Nuestra mira debe estar en las cosas eternas, lo demás
es pasajero y no deja ningún fruto que valga.
Algunas ENSEÑANZAS
importantes que debemos extraer de este pasaje:
- La sabiduría debemos pedírsela a Dios
- Confiar en que Dios nos dará esa Sabiduría en forma abundante y sin reproche
- Es necesario pedir CON FE
- No debemos DUDAR en ningún momento de la soberanía de Dios y de sus promesas.
- Su dudamos Dios no nos dará nada.
- Es necesario actuar de acuerdo a la SABIDURÍA DIVINA, la cual Dios nos da si se la pedimos con FE.
- Debemos estar felices por nuestra humilde condición
- Entender que las riquezas son temporales y que de nada aprovechan en la eternidad
- Vivir felices con lo que tenemos.
Resumámoslo en TRES IDEAS claves
1. La SABIDURÍA verdadera es DE DIOS, por
tanto, debemos pedírsela a ÉL con una FE ABSOLUTA (Vs 5-7)
2. Para ser SABIOS, no podemos andar con un
pie adentro y otro afuera, el sube y baja no tiene cabida en nuestras vidas (Vs
8)
3. Es una bendición la HUMILDAD acompañada de
SABIDURÍA, ahí lo tenemos TODO para ser victoriosos… Segurísimo (Vs 9-11)
Así que
jovencitos, debemos clamar por SABIDURÍA y alegría en la humildad. Es una
enseñanza que nos da ese Dios indescriptible que nos da todas las herramientas
para cumplir la misión. Él sabe que sin Su SABIDURIA no podemos hacer la Obra y
es por eso que nos exhorta a clamar por Su Sabiduría. ÉL es un Dios que ama al
hombre de humilde condición.
A mi particularmente me impacta ver la forma como Dios nos insiste que
debemos pedir CON FE, no dudando nada, y la forma en que Dios exalta la
humildad y el desapego a las cosas materiales.
Debemos aplicar este pasaje, pidiendo a Dios con mucha FE para que nos llene de su SABIDURIA
y de su amor y de su poder. Debemos entender que es necesario reforzar nuestra
vida de oración sin desfallecer por un momento, no amargándonos por la
estrechez económica, estando contento con lo que tenemos.
Que
nuestra FE no vaya a desfallecer NUNCA.
Fabio
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