sábado, 19 de marzo de 2016

DESESPERADOS EN EL LODO

Vamos a detenernos en una parte de la canción de David contenida en Salmos cuarenta que habla sobre el poder de Dios actuando en nuestras vidas.

SALMOS 40:1-3
“Pacientemente esperé a Jehová,
Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán,
Y confiarán en Jehová.”

Estas frases del rey David tienen diferentes aplicaciones a nuestra vida, de una parte, son un cuadro de la salvación, por otra, un ejemplo de la misericordia de Dios que nos rescata en las situaciones adversas de nuestra vida y nos restaura.

ESPERAR EN DIOS
Muchos quisimos conocer la verdad y tener una relación con el Dios único y verdadero, estando sumidos en las profundidades del pecado, manifestando nuestra intención de salir del mundo. Una vez alcanzamos la salvación, confiamos en que él se acercará a nosotros para ayudarnos cuando estemos pasando por alguna prueba o caigamos en pecado.

Es un deseo de nuestro ser

Génesis 49:18
Tu salvación esperé, oh Jehová.”

Salmos 33:20
Nuestra alma espera a Jehová;
Nuestra ayuda y nuestro escudo es él.”

Es nuestra esperanza en medio de los problemas

Isaías 25:9
“Y se dirá en aquel día: He aquí, éste es nuestro Dios, le hemos esperado, y nos salvará; éste es Jehová a quien hemos esperado, nos gozaremos y nos alegraremos en su salvación.”

Isaías 33:2
“Oh Jehová, ten misericordia de nosotros, a ti hemos esperado; tú, brazo de ellos en la mañana, sé también nuestra salvación en tiempo de la tribulación.”

EL RESCATE
Cuando no conocíamos de su hijo Jesucristo, Dios nos mostró el camino de la vida y nos rescató de la inmundicia terrenal y el territorio de tinieblas gobernado por Satanás. Después de conocerle también nos ayuda y tiende la mano para sacarnos del hoyo profundo cuando sintamos la pérdida total de la esperanza.

Salmos 103:4
El que rescata del hoyo tu vida,
El que te corona de favores y misericordias;

Isaías 38:17
“He aquí, amargura grande me sobrevino en la paz, más a ti agradó librar mi vida del hoyo de corrupción; porque echaste tras tus espaldas todos mis pecados.”

LA RESTAURACIÓN
Con el pecado original la humanidad fue destituida de toda gloria divina, solamente por la obra de Cristo en la cruz se tendió un puente para que los creyentes en su santo nombre podamos gozar de la condición de hijos celestiales. Sin embargo, después de tener la salvación al pecar nuestra intimidad con Dios se rompe y se hace necesario reparar esa relación rota y así volver a ponerla en el estado o estimación tenía antes del pecado.

Cualquiera que sea el caso, Dios nos renovará y como hombres nuevos debemos dar a conocer esa restitución.

La restauración de la salvación

Jeremías 15:19
“Por tanto, así dijo Jehová: Si te convirtieres, yo te restauraré, y delante de mí estarás; y si entresacares lo precioso de lo vil, serás como mi boca. Conviértanse ellos a ti, y tú no te conviertas a ellos.”

La restauración del pecado cometido después de la salvación

Gálatas 6:1
“Hermanos, si alguno fuere sorprendido en alguna falta, vosotros que sois espirituales, restauradle con espíritu de mansedumbre, considerándote a ti mismo, no sea que tú también seas tentado.”

Hombres nuevos y cánticos nuevos

Efesios 2:1
“Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,”

Isaías 42:10
Cantad a Jehová un nuevo cántico, su alabanza desde el fin de la tierra; los que descendéis al mar, y cuanto hay en él, las costas y los moradores de ellas.”

EL TESTIMONIO AL MUNDO
Finalmente, cualquiera que sea el caso, es nuestro deber dar a conocer al mundo nuestra salvación, así como el soporte diario que Dios nos da.

I de Corintios 10:31-32
“Si, pues, coméis o bebéis, o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios. No seáis tropiezo ni a judíos, ni a gentiles, ni a la iglesia de Dios;”

I de Juan 5:11
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo.”

Jóvenes, pongamos nuestra esperanza en el Señor, cuando caigamos en el pecado confiemos en el rescate y restauración que solamente él puede ofrecernos, y siempre exaltemos el nombre de Jesucristo ante el mundo, especialmente en temporadas del año como la que comienza mañana.

Nos vemos esta tarde.


MAC

No hay comentarios: