sábado, 29 de agosto de 2015

REFRENAR LA LENGUA

En esta entrada vamos mirar Job 2:9-10: “Entonces le dijo su mujer: ¿Aún retienes tu integridad? Maldice a Dios, y muérete. Y él le dijo: Como suele hablar cualquiera de las mujeres fatuas, has hablado. ¿Qué? ¿Recibiremos de Dios el bien, y el mal no lo recibiremos? En todo esto no pecó Job con sus labios.”

Aunque Job perdió todas las posesiones materiales que tenía después de ser un hombre inmensamente acaudalado, lo que nunca perdió fue su integridad ni tampoco blasfemó contra Dios, sin embargo Satanás nuevamente buscó probar su fe, y no contento con su ruina económica, ahora quería demostrar que esta radicaba en su carne y qué sí se veía afectada indefectiblemente pronunciaría palabras injuriosas contra Dios.

El ataque de Satanás
Luego de obtener la autorización divina, Satanás logró su cometido y afectó de manera extrema la integridad física de Job.

Job 2:7
“Entonces salió Satanás de la presencia de Jehová, e hirió a Job con una sarna maligna desde la planta del pie hasta la coronilla de la cabeza.”

Esta enfermedad cutánea es conocida científicamente como escabiosis y es causada por un ácaro, que  penetra debajo de la piel, cava túneles y deposita sus huevos en los mismos. Su síntoma principal es el prurito o picazón resultado de la infestación y que es más fuerte durante la noche. Las lesiones se presentan en la cabeza, el cuello, los hombros, las palmas de las manos, las plantas de los pies, los dedos, las muñecas, el abdomen, axilas, glúteos, genitales, y los codos.

El actuar de Job
Job padeció su enfermedad con resignación y devoción sacramental; y no pronunció ningún tipo de agravios contra Dios.

Job 2:8
“Y tomaba Job un tiesto para rascarse con él, y estaba sentado en medio de ceniza.”

Esta práctica antiquísima entre los judíos ante las pruebas se encuentra descrita en otros pasajes de la Biblia así:

Jeremías 6:26
“Hija de mi pueblo, cíñete de cilicio, y revuélcate en ceniza; ponte luto como por hijo único, llanto de amarguras; porque pronto vendrá sobre nosotros el destruidor.”

Ezequiel 27:30
“y harán oír su voz sobre ti, y gritarán amargamente, y echarán polvo sobre sus cabezas, y se revolcarán en ceniza.”

El mal consejo de la mujer de Job
La esposa de este integro varón de Dios, lejos de mostrarse como su ayuda idónea profirió palabras fuertes a su marido comunicando un mensaje que incitaba a que Job cumpliera el propósito buscado por Satanás y que concluía con el deseo de ver su deceso fatal.

Son varios los ejemplos de malos consejeros consignados en la Palabra de Dios, miremos algunos:

Números 31:16
“He aquí, por consejo de Balaam ellas fueron causa de que los hijos de Israel prevaricasen contra Jehová en lo tocante a Baal-peor, por lo que hubo mortandad en la congregación de Jehová.”

I de Reyes 12:28
“Y habiendo tenido consejo, hizo el rey dos becerros de oro, y dijo al pueblo: Bastante habéis subido a Jerusalén; he aquí tus dioses, oh Israel, los cuales te hicieron subir de la tierra de Egipto.”

II de Crónicas 22:2-3
“Cuando Ocozías comenzó a reinar era de cuarenta y dos años, y reinó un año en Jerusalén. El nombre de su madre fue Atalía, hija de Omri. También él anduvo en los caminos de la casa de Acab: pues su madre le aconsejaba a que actuase impíamente.”

La sabia respuesta de Job
Finalmente Job demostró que con la fe puesta en Dios podía soportar el ataque de Satanás y luego de hacer duelo por su padecimiento físico reprendió duramente a su mujer y pronunció una de las frase más hermosas de la Palabra de Dios exaltando la aceptación humilde de las decisiones soberanas de Dios, sean estas favorables o adveras a nuestros intereses personales.

Jóvenes, como vimos anteriormente Job es un modelo a seguir, siendo sus características las mismas que debemos tener como creyentes aceptando de buena manera la voluntad de nuestro Señor sea cual sea. Concluyamos esta entrada con algunos versículos que nos muestran que la lengua debe ser refrenada para evitar caer en el pecado, como en el caso de la esposa de Job.

Salmos 34:13
Guarda tu lengua del mal,
Y tus labios de hablar engaño.”

Proverbios 13:3
“El que guarda su boca guarda su alma;
Mas el que mucho abre sus labios tendrá calamidad.”

Santiago 1:26
“Si alguno se cree religioso entre vosotros, y no refrena su lengua, sino que engaña su corazón, la religión del tal es vana.”

I de Pedro 3:10
“El que quiere amar la vida
Y ver días buenos,
Refrene su lengua de mal,
Y sus labios no hablen engaño;”

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias !!!

Anónimo dijo...

=(

Anónimo dijo...

super :)