Y
esto lo digo para que nadie os engañe con palabras persuasivas.
Porque
aunque estoy ausente en cuerpo, no obstante en espíritu estoy con vosotros, gozándome
y mirando vuestro buen orden y la firmeza de vuestra fe en Cristo.
Por
tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él; arraigados
y sobreedificados en él, y confirmados en la fe, así como habéis sido
enseñados, abundando en acciones de gracias.
El texto de
hoy comienza con las palabras “y esto lo digo”, la pregunta aquí que nos da el
contexto de nuestro texto es ¿Qué ya dijo el apóstol? La respuesta la vemos
resumida en Colosenses 2:1-4.
El apóstol Pablo cuenta la gran lucha que existe por las almas (por la madurez de los creyentes y la salvación de los no creyentes) el consuelo que Dios quiere darnos, la unión que podemos tener en el amor del Señor y la madurez Cristiana que Dios espera de nosotros.
El apóstol Pablo cuenta la gran lucha que existe por las almas (por la madurez de los creyentes y la salvación de los no creyentes) el consuelo que Dios quiere darnos, la unión que podemos tener en el amor del Señor y la madurez Cristiana que Dios espera de nosotros.
Después de entender estas palabras Dios nos advierte sobre el cuidado
que debemos tener como creyentes, en primera instancia estando PILAS, sabiendo
que buscaran engañarnos (engaño: mentiras que podemos llegar a creer) con
palabras persuasivas, es decir palabras que no parecen malas y que buscan en
ultimas que yo caiga en mi Fe en el Señor.
El texto nos
dice que nadie os engañe, nadie es nadie, ni el líder, ni el pastor, ni un familiar,
ni la mujer bonita, ni el joven educado, ni el profesor erudito, ni el abuelo,
en otras palabras NO PUEDO DEJAR QUE ME ENGAÑEN. No podemos confiarnos de una
persona que habla bonito, que parece buena, al parecer no es dañino, que más o
menos usa la biblia, que me habla con cariño, me entiende, me escucha, es mi
amigo incondicional etc.
Estamos en
un mundo donde hay mucho engaño: 1 Timoteo 6:9 el engaño de las riquezas, Génesis
3:1-5 el engaño del poder, 1 Juan 2:16
el engaño de los deseos mundanos, proverbios 6:24-26 el engaño del sexo
prohibido, el engaño de satanás y sus falsos profetas 2 Corintios 11:13-15.
Gracias podemos dar a Dios que nos ha dado su Espíritu y su palabra para poder discernir y pensar como Cristo quien no se dejó engañar ni hubo engaño en su boca.
Gracias podemos dar a Dios que nos ha dado su Espíritu y su palabra para poder discernir y pensar como Cristo quien no se dejó engañar ni hubo engaño en su boca.
En segunda
instancia el texto nos anima a PENSAR antes de caer en el error y el pecado,
tomando al Apóstol Pablo como un cuadro de nuestro Señor Jesucristo, que aunque
ausente en cuerpo en el Espíritu está con nosotros gozándose de nuestra vida
ordenada y nuestra firmeza en Cristo. Que
importante que hoy nos preguntáramos ¿Qué ve Cristo hoy en mí? ¿Se estará gozando
de mi vida ordenada? ¿Qué tan en orden están mis finanzas, mi casa, mi vida
espiritual, mis relaciones con otras personas, mis prioridades etc.?
Antes de
dejarte llevar por el engaño piensa que Dios que conoce lo que pensamos nos
observa, conoce nuestras intenciones y nunca lo podremos engañar. Así como un
padre se goza del buen comportamiento de sus hijos, nuestro buen Padre se goza
y se complace cuando sus hijos andan en la verdad.
3 Juan 4 No
tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad.
Por último
el texto nos anima a PORTARNOS BIEN, recordando la manera como un día le
entregamos nuestro corazón a Cristo, hoy deberíamos andar en él, arraigados, es
decir plantados firmemente con la raíz que es Jesús Apocalipsis 22:16, fundados
sobre la roca que es Cristo mismo Mateo 7:24-25, sobreedificando mi vida
espiritual con ese autoarranque que me hace cada día poner un ladrillo
espiritual en mi vida Efesios 2.21-22, edificando en la gracia de Dios sobre
una Fe que no se mueve de lo que he aprendido de la palabra, de tal forma que
mi vida se convierte en un culto de adoración a Dios, es lo que significa ese
abundar en acciones de gracias, donde no importa mi vida sino la obra
espiritual que Dios ha hecho que me hace confiar plenamente en Él.
Así que
pilas no te dejes engañar, piensa hay alguien en el cielo que te mira, pórtate bien
recuerda que eres el templo de Dios.
1 comentario:
Los jóvenes no tenemos pretexto, gracias a Dios por los sabios consejeros que nos ha regalado, apoyados 100% en SU PALABRA
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